Alfombras de lujo para el mundo

H.J.
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Alarwool abre una fábrica en Burgos para crecer en el mercado internacional. Hasta ahora la firma burgalesa tenía sus oficinas en la calle Vitoria y la producción en Alicante, pero ha puesto marcha una segunda factoría ubicada en el alto de la Varga

Una de las alfombras recién terminadas, desplegada para comprobar que no tiene ningún fallo. - Foto: Alberto Rodrigo

Si usted tiene posibles y piensa alojarse dentro de poco en el reformado hotel Ritz de Madrid, en el Wall Street de Nueva York, en el Four Seasons de Sao Paulo o en el Raffles de Varsovia, sepa que las alfombras que van a pisar sus distinguidos pies están casi a punto. La nave que la firma burgalesa Alarwool estrenó hace unos meses en el alto de la Varga ya las tiene listas, incluso algunas ya están embaladas y preparadas para su envío. Son la empresa puntera española en el sector de las moquetas de lujo y quieren seguir creciendo, pese a la coyuntura internacional.

Alarwool nació en 1989 y desde entonces tenía sus oficinas tenían la sede en Burgos, pero la producción estaba localizada en Crevillente (Alicante) aprovechando la tradición textil de esa zona. Sin embargo a finales del verano de 2019 y sin hacer ruido, con total discreción, abrieron una segunda fábrica, esta vez en la capital burgalesa, con menos telares pero la misma o mayor ilusión.

«Teníamos necesidad de ampliar la producción y era necesario formar a los trabajadores y enseñarles los procesos», explica Julián Cubero, responsable de la firma e hijo del fundador de la misma. «Optamos por hacerlo en Burgos en vez de pensar en China o en la India porque quisimos hacer una apuesta por el tejido productivo local», añade. Aquello fue en un momento económico muy distinto al actual, pusieron en marcha unas instalaciones de 7.500 metros cuadrados en los antiguos talleres de Iveco y la previsión era alcanzar los 70 trabajadores, pero la realidad ahora ha obligado a progresar más despacio.

La nave es la misma, en cualquier caso, y en ella trabajan unas 25 personas entre producción, diseño y proyectos, mientras parte de la plantilla permanece en un ERTE y tratan de recuperar el ritmo pensando en el año que viene, puesto que son muy conscientes de que el sector para el que ellos trabajan está herido de gravedad en su línea de flotación por la crisis de la covid.

«Nuestros clientes son hoteles de cinco estrellas y más, cruceros, cines, teatros y últimamente habíamos abierto una línea de negocio de trenes. Todos ellos se encuentran afectados de lleno por esta crisis», admite Cubero. Pero su realismo no le impide ser al mismo tiempo optimista y pensar, una vez que tienen asegurado el trabajo de producción de aquí a final de año, que 2021 será mejor.
«El objetivo es ir preparando ya el primer y el segundo cuarto del próximo ejercicio y luchar por los proyectos que vayan saliendo adelante en todo el mundo. Soy optimista a futuro», insiste este CEO que se pasa buena parte de sus días laborables viajando por distintos países para no perder, ni siquiera en esta nueva situación mundial, el contacto directo con los clientes.

A eso también contribuye el gran número de oficinas internacionales que tienen abiertas por el mundo. Ya están presentes en Estados Unidos (Washington, Miami y Los Ángeles), Brasil, Londres, Dubai, Marruecos, París, Qatar, ciudad de México, San Petersburgo, Toronto y recientemente Georgia.

Allí cierran los tratos, pero el proceso posterior se realiza en Burgos. Un equipo de arquitectos y diseñadores cuida hasta el último detalle los dibujos de las alfombras y moquetas. Hay que estudiar los colores que poco a poco se van perfilando con los clientes, e igualmente afinar muy bien las superficies, su tamaño, el flujo de personas que discurrirá sobre ellas, las esquinas, los recovecos y cualquier elemento del edificio que pueda interferir. El resultado final tiene que ser perfecto y para ello, antes de mandarlo como sucederá pronto con un crucero de lujo de Royal Caribbean u otro de Ritz Carlton, deben extender la alfombra en la fábrica y comprobar que todo está en su sitio y no hay ningún error.

(El reportaje completo y su solución anti covid, en la  edición impresa)