Ayuda para reflotar la Unidad del Sueño del HUBU

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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La presidenta de la Sociedad Española de Medicina del Sueño, Milagros Merino, pide al Hospital Universitario de Burgos que no se cierre a la incorporación de especialidades diferentes a la Neumología

Imagen de archivo de la Unidad de Sueño del Hospital Universitario de Burgos. - Foto: Patricia

Aunque ambos intuían de una forma aproximada la situación en la que se encontraba la Unidad del Sueño del Hospital Universitario de Burgos, conocer los detalles -como que la plantilla ha caído a la mitad o que la lista de espera se ha ido a 2025- ha sido para ellos demoledor. Carlos Egea, presidente de la Federación de Asociaciones de Medicina del Sueño, y Milagros Merino, presidenta de la Sociedad Española de Sueño, que además de expertos en la materia eran amigos personales de los neumólogos Joaquín Terán y Mariluz Alonso, cuyo prematuro fallecimiento desencadenó el inicio del deterioro en el que hoy se encuentra la unidad, se han puesto a disposición del HUBU para ayudar a relanzar un área que, recordaron, tenía un prestigio nacional e internacional «fuera de toda duda».

Egea, jefe de la Unidad Funcional de Sueño del hospital público de Vitoria, calificó lo ocurrido en Burgos como «una historia de amor que acabó en tragedia», recordó como su centro y el GeneralYagüe fueron de la mano desde el primer momento -allá por los primeros años 90 del siglo pasado- para potenciar la medicina del sueño y en investigar sobre ella y señaló que todo «se alineó en contra de la unidad del HUBU»: la muerte de sus promotores, la pandemia y la falta de personal. Frente a esto, no duda en hacer «un ofrecimiento personal» y poner a disposición del hospital el conocimiento y los recursos de su centro sanitario aunque sabe que esto es complejo «por las barreras entre dos comunidades autónomas diferentes» y hace referencia a que existen unidades en Valladolid y Salamanca de mucha calidad «que pueden ayudar también a gestionar, entre todos hay que ayudar al HUBU a conseguir los niveles que ha tenido».

Afirma que es «muy complicado» obtener la altísima calidad que se obtuvo en la unidad de Burgos porque las personas «son irremplazables» pero que si hay «voluntad política» se puede volver a alcanzar la excelencia. «Para nosotros, cada unidad de sueño es un punto rojo de atención y ayudaremos a Burgos, tanto desde la Federación como yo mismo personalmente, porque esto algo que ha roto el destino y no se lo merece la provincia».

Por su parte, la neurofisióloga Milagros Merino, coordinadora de la Unidad de Trastornos Neurológicos de Sueño del Hospital Universitario La Paz, explicó lo que supuso para los profesionales que conocían el trabajo de Terán y Alonso «no solo perder a dos amigos sino una unidad de sueño multidisciplinar y de referencia internacional»: «Yo trabajo en La Paz y no tenemos tantas camas como había en Burgos, que era la envidia de todos nosotros y lo poníamos como ejemplo de cómo un hospital de una provincia se conocía a nivel mundial precisamente por tener una unidad de sueño de esas características».

Merino señala que no todo fue fácil. «En las especialidades, el sueño o es respetado o es odiado y en este caso, Joaquín era muy valiente, tenía mucha personalidad y aguantaba todos los envites, pero creo que se aprovecharon de las circunstancias para desmantelar lo que él creó. Todas las unidades de sueño hemos sufrido en la pandemia, se cerraron, se utilizaron las camas para enfermos o para médicos y el personal se fue a plantas covid, pero luego todos volvimos a recuperar la actividad e incluso más porque se nos ha agradecido el esfuerzo hecho».

Lamenta lo ocurrido «porque en la sociedad científica lo que queremos es que haya muchos profesionales acreditados en sueño, que sean referencia fuera de nuestras fronteras y que haya muchas unidades acreditadas porque nos da visibilidad, credibilidad, seriedad y peso específico dentro de la medicina» y como ejemplo pone que el trabajo realizado ha conseguido que este año, por primera vez, se constituya el Premio Best in Class, que convoca Gaceta Médica, a la Mejor Unidad de Sueño.

En la misma línea que la Federación, la Sociedad Española de Sueño se ofrece a ayudar. «Estaríamos dispuestos a echar una mano. Ya en su día, cuando Joaquín falleció, hubo compañeros senior que lo hicieron para seguir con la actividad investigadora. Pero poco tiempo después falleció Mariluz y llegó la pandemia. Y ahora todos estaríamos dispuestos a ayudar, hay más de 300 profesionales acreditados, se puede tirar de cualquiera de ellos, de gente joven interesada en estar allí para quienes sería una oportunidad de oro con toda la infraestructura que ya existe. El problema es que como pertenece a Neumología tiene que ser convocado o bien por el jefe del servicio o por la Gerencia».

También aporta una idea y es que el hospital no se cierre a incorporar a la unidad a profesionales procedentes de otras especialidades diferentes a la Neumología: «Una unidad de sueño tiene que ser multidisciplinar con neurólogos, psiquiatras o neurofisiólogos acreditados en sueño, que es la garantía de que saben de la materia. Estaría muy bien que se abriesen a otras especialidades».