Más accidentes con baja en el regreso a la normalidad laboral

GUILLERMO ARCE
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La relajación de las precauciones, una menor percepción de los riesgos y mayores dosis de estrés en el trabajador están provocando que cada jornada se registren más de 13 siniestros con baja en Burgos y hasta el pasado octubre 10 fallecimientos

El transporte por carretera y la paquetería es uno de los ámbitos con más siniestralidad. - Foto: Jesús J. Matías

Al igual que está ocurriendo en las carreteras de la provincia o en las calles de Burgos capital, la siniestralidad y, por extensión, la mortalidad en el ámbito laboral está creciendo de una manera preocupante a lo largo de los últimos nueve meses. La tendencia que ya se vislumbraba el pasado año y a principios del actual se confirma este otoño: cada jornada se registran más de 13 accidentes con baja como media en las empresas de la provincia de Burgos y hasta el mes de octubre ha habido que lamentar el fallecimiento de 9 trabajadores, superando los registros del mismo periodo del pasado año.

Hasta octubre se han certificado 3.794 accidentes con baja en la provincia, un 1,6% más que durante el mismo periodo del pasado año, que ya fue muy negativo en este ámbito. Hay que lamentar más muertes (8 durante la jornada y 2 en in itinere) y la cifra de accidentes graves se ha triplicado hasta los 41 entre enero y septiembre, según el balance realizado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social con datos de las diferentes Autoridades Laborales provinciales.

Llama también la atención el aumento de siniestros durante los desplazamientos desde o a los centros de trabajo, que suman 337 (37 más que el mismo periodo del pasado año) y las 2 muertes en estas circunstancias registradas en los últimos meses. Son cifras que coinciden con un significativo incremento de la siniestralidad general en las carreteras y que Tráfico atribuye, entre otras causas, a los cambios que han traído consigo las restricciones sanitarias de la pandemia en la manera de vida y la salud de los ciudadanos. Hay una menor percepción del riesgo, más imprudencias, más acumulación de estrés, más distracciones, más problemas psicológicos, mayor consumo de medicamentos, de alcohol y drogas...

El mundo laboral no es ajeno a este nuevo y complejo tiempo tras lo ocurrido durante 2020 y buena parte de 2021 y sufre sus consecuencias. Aumentan los accidentes y las muertes entre los asalariados y también entre los autónomos. Entre los 45 y los 59 años es donde se concentran las malas noticias y a partir de los 50 se registra el mayor número de muertes en los desplazamientos por carretera durante la jornada laboral.

Infartos. Las estadísticas del Ministerio atribuyen a infartos, derrames cerebrales y otras patologías naturales el 41% de los accidentes mortales hasta septiembre, causas naturales que también tienen un peso significativo en los desplazamientos in itinere. Se investiga en qué medida estas circunstancias mortales se han agravado a raíz de la crisis sanitaria y de todas sus derivadas sociales y vitales para el trabajador. 

Han crecido por encima del 22% los siniestros previos a las vacaciones de verano, en los meses de mayo y junio y registran sus niveles más bajos en septiembre.

Las ocupaciones con mayor riesgo son las que dependen más del uso repetitivo de la maquinaria (conductores y operadores de máquinas y herramientas), los trabajadores de la construcción y también de la agricultura, la ganadería y labores forestales. A menor cualificación, menor estabilidad laboral, más precariedad, más riesgo de padecer un accidente con baja.

Los sindicatos advierten también sobre la situación laboral que se vive en los servicios de reparto a domicilio, mensajería y paquetería y las malas condiciones, asociadas a este sector repercute directamente en la seguridad y salud de los trabajadores, causándoles incluso la muerte.

industria. Los sectores con mayor siniestralidad en Burgos son, por este orden, la industria manufacturera (con 1.113 accidentes hasta octubre), la construcción y el comercio al por mayor y al por menor, incluyendo en el mismo los talleres de reparación de vehículos. 

Aunque la construcción concentra una parte importante de las campañas de prevención y control de accidentes, llama la atención que casi registra los mismos siniestros con baja que el conjunto del comercio:501 frente a 497, respectivamente. 

También es importante la incidencia de la siniestralidad en las actividades administrativas (322), la hostelería (265), las actividades sanitarias y asistenciales (264) y en el transporte (223).

Los principales lugares donde se localizan los sucesos son, por este orden, los centros de producción, fábricas y talleres; los centros sanitarios, clínicas privadas, hospitales y centros geriátricos;los almacenes y lugares destinados a carga y descarga; y los lugares públicos (vías de acceso, de circulación, grandes infraestructuras...).

También, a tenor de las estadísticas, hay un elevado riesgo en los restaurantes, centros de ocio y alojamientos; en los edificios en construcción y en los domicilios particulares.

El crecimiento de las cifras de siniestralidad y la complejidad del momento ha llevado a los sindicatos mayoritarios a reclamar más inspecciones, más control del cumplimiento de la normativa por parte de las diferentes administraciones y organismos con competencia en prevención de riesgos laborales e incluso mayores sanciones.