La temporada rojilla no empezó de la mejor manera. Al equipo le costó ganar y la primera victoria llegó en la séptima jornada. La falta de puntos  metió al conjunto mirandesista en la parte baja de la tabla y todavía está en puestos de descenso. Aún así, el bloque construido por Joseba Etxeberria da muestras de competitividad y ve cada vez más cerca la luz al final del túnel, porque gracias a su buena racha de cinco partidos sin perder se ha metido de lleno en la lucha por la salvación. De hecho, la tabla muestra que tienen a dos puntos de distancia a cuatro equipos por delante. El siguiente es el Tenerife a cuatro, por lo que por ahora no lo podrán alcanzar.

Los jabatos ocupan la décimo novena posición. La última del descenso con 16 puntos. Por detrás tienen al Lugo a dos, aunque en Anduva sobre todo se mira hacia delante gracias a los tres puntos conseguidos ante el Cartagena. Por encima, están la Ponferradina, el Real Oviedo y el Zaragoza, con 17, y el Racing con 18. Además, esta jornada los rojillos se miden ante los asturianos, por lo que un triunfo significaría abandonar el vagón de cola. 

Se logre o no, al menos el Mirandés ha conseguido meterse de lleno en la pelea. En esta temporada lleva en descenso desde la cuarta jornada y en cuatro ocasiones ha dormido en la última posición. En la fecha doce, los rojillos tuvieron la mayor distancia respecto a la salvación con cinco puntos. En aquel momento el Mirandés empató a uno en Anduva ante el Huesca, en un encuentro en el que hicieron méritos para vencer, pero de nuevo el fútbol castigó a los de Etxeberria en el tiempo añadido con un gol rival que igualaba el partido. 

En aquel momento, la parroquia rojilla no lo sabía, pero aquel mínimo premio sirvió para empezar la mejor racha del equipo en este curso. Tras el empate ante los de Ziganda, los jabatos enlazaron otro reparto de puntos ante el Lugo, un triunfo frente al Tenerife, tablas en el campo del Ibiza y la última victoria ante el Cartagena.

En total nueve de quince en el casillero, lo que ha permitido acercarse a la orilla y ser en cuanto resultados el equipo más en forma de la parte baja de la clasificación. De hecho, en la última jornada del puesto quince para abajo ninguno ganó, solo los rojillos.