En toda familia hay una maestra en croquetas; por lo general son mujeres quienes han heredado la receta -y la mano- de abuelas y tías, pero siempre hay excepciones. Una de ellas es el presidente de la Asociación de Cocineros y Reposteros de Burgos (ACOREBU), Fernando Llorente, quien no duda al afirmar que el secreto está «en la calidad de los ingredientes». Así de fácil y de complejo, porque si al producto no se le suma algo de técnica «y de paciencia», ese clásico de la gastronomía española (pero procedente de Francia), se quedará en el plato.

Así que la calidad y la técnica determinarán quién es el mejor croquetero de la provincia en la tercera edición del concurso 'Croquetea por Burgos', que comenzó el viernes y se prolongará hasta el domingo (5 de junio) en 70 locales ubicados en toda la provincia, si bien es cierto que la mayoría están en la capital. El detalle de los participantes puede verse en el perfil de Instagram (croqueteaxburgos) que la organización, ACOREBU, ha creado para facilitar el seguimiento de la ruta y para animar a los burgaleses a que cuelguen las fotos de las variedades que van probando y premiar la mejor imagen. Para los profesionales, habrá 1.750 euros en premios. 

En la oferta hay mucho donde elegir, ya que, como destaca Llorente, este año se puede elegir entre lo más tradicional -las de jamón- o entre otras apuestas más novedosas como croquetas veganas o aptas para celíacos. Estas últimas han generado bastantes expectativas, ya que la harina es parte inherente de la besamel. «Y es un elemento clave, así como el empanado o la temperatura del aceite, de oliva, que debe estar a 180 grados. Si no, se separa», dice.

Croquetas para todos los gustos

Cada unidad tiene un precio máximo de 1,60 gramos y el peso debe rondar los 50 gramos.

Ciudad creativa. La tercera edición del concurso está en marcha, pero la directiva de ACOREBU ya está pensando en la del año que viene. Y, dado que Burgos es Ciudad Creativa de la Gastronomía, quieren innovar un poco y fomentar un intercambio cultural con cocineros de otros países.

Llorente explica que la idea hay que trabajarla, pero «tenemos mucho interés por saber cómo se hacen las croquetas fuera de España», dijo, subrayando que el origen es francés.