El término municipal alcanza hasta la última rotonda de Villatoro, la que anuncia con un cartel semitriangular la entrada a Burgos. Esto es lo que la Secretaría General de la Subdelegación del Gobierno contestó ayer al grupo Vox en el Ayuntamiento, que puso en duda que la administración local tuviera la competencia para impedir el paso por la travesía central del barrio periférico, un tramo de la N-627 (o N-623, porque están solapadas ambas vías) que consideraban dentro de la Red de Carreteras del Estado. No solo las tiene, sino que tampoco es necesario que curse ninguna solicitud para cortarla. 

En un escrito presentado el 24 de junio, Vox daba por hecho que la travesía que cruza Villatoro es una competencia del Estado y no de la ciudad. Por eso, instaban a la Subdelegación del Gobierno a reabrir la N-627 y a ordenar a la Guardia Civil eliminar cualquier impedimento de tránsito. Un derecho, recalcaban, recogido en la Constitución Española. 

La contestación de la administración central está en las antípodas de las pretensiones del grupo municipal. «No hay ninguna mala praxis del equipo de Gobierno municipal», remarcó el subdelegado, Pedro de la Fuente. «De manera que no se ponen pegas en una procesión o un desfile de carrozas por la calle Vitoria, que en su día fue la N-I, no tiene mucho sentido que se cuestione que el Ayuntamiento haga con otras calles lo que considere oportuno», añadió. 

La Secretaría General de la Subdelegación del Gobierno en Burgos indicó que el Estado cedió hace muchos años el tramo de la N-627 al que hacía referencia Vox. Ocurre lo mismo con la calle Laredo, donde actualmente están ubicadas las barracas. El término municipal finaliza en la rotonda que enlaza con la A-73, donde precisamente está colocado el cartel que anuncia el corte de tráfico salvo a vecinos, familiares, comercios, hosteleros y otros servicios.

Los alcaldes de Merindad de Río Ubierna, Vivar del Cid y Quintanilla Vivar mostraron la semana pasada su malestar por el hecho de que sus vecinos tuvieran que rodear unos 15 kilómetros para poder acceder a la capital. El alcalde, Daniel de la Rosa, fue muy rotundo en su respuesta. Entendía el malestar, pero aseguraba que él defendía los intereses de sus vecinos, ya que ese fue el compromiso con Villatoro cuando anunció la instalación de la feria de atracciones.