De héroes y monstruos

B.D.
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Todas las guerras dejan 'aliens'. Cuando se apagan las cámaras y se van los periodistas queda la derrota masiva. La reportera internacional Pilar Bernal puso anoche su aguda mirada en las consecuencias y en las víctimas colaterales

Pilar Bernal, reportera internacional en Informativos T5, durante la charla que protagonizó en el MEH. / patricia - Foto: Patricia

Más de dos décadas en el oficio de reportera a lo largo y ancho del planeta, cubriendo conflictos armados, atentados terroristas, crisis de refugiados o la violencia brutal de los narcos, provocan lo que le ha ocurrido a la periodista Pilar Bernal, que caminas por el mundo con una mochila cargada de 'aliens'. De personas que acaban siendo las víctimas colaterales de esas guerras, de héroes y de monstruos -según el lado de la línea que elijan-, con especímenes perdidos, sin identidad. Como los que describió en 1942 Albert Camus en 'El extranjero', novela en la que ya adelantaba esa idea del ser humano sin rumbo y a la que hizo referencia en varias ocasiones Bernal: «eso es lo que yo he visto en las posguerras: seres que van a un destino trágico».    

En la misma jornada en que se cumplían tres meses de la invasión rusa de Ucrania, esta reportera internacional de Informativos T5, acudió al Museo de la Evolución para impartir una interesantísima conferencia sobre los daños y las consecuencias que dejan las guerras, dentro del ciclo 'Un mundo en conflicto', que organiza el MEH en colaboración con Diario de Burgos y que, en esta ocasión, presentó el director de este periódico, Álvaro Melcón. En su charla, Bernal, también vicepresidenta de Reporteros sin Fronteras, propuso a los asistentes un viaje en busca de 'aliens'. Y tras advertir que no iba a ser un recorrido del todo agradable, porque «a veces los 'aliens' dan mucho miedo», llevó al público hasta Irak, Méjico, Corea del Norte, Kosovo y también Ucrania.

Nuestro único bando, el único donde no te equivocas es el de las víctimas. Nuestro deber es ser testigos  críticos y nuestra preocupación, la verdad» 

Para esta periodista nacida en Cartagena pero estrechamente vinculada a Rabanera del Pinar, pueblo del que es su pareja, la agresión rusa de Ucrania no admite justificación alguna «se mire por donde se mire» al tratarse de una invasión ilegal, si bien añadió que «no se debe olvidar la cronología de los hechos». «La barbaridad de Putin sí tiene precedentes y todos deben ser condenados», declaró, en alusión a lo que ocurrió en 1998 en Kosovo, donde se reconoció un Estado fantasma. «Cuando alguien viola el derecho internacional es más fácil que después un tirano actúe como lo ha hecho Putin», subrayó.

Bernal lamentó que la Unión Europa no haya tenido nunca una política propia frente a Rusia ni una hoja de ruta al margen de lo que ha ido marcando EEUU. No se atrevió a hacer una previsión de lo que puede durar esta guerra pero sí señaló que lo más probable es que el conflicto se localice en la zona del Este de Ucrania, en la región del Donbás, y reconoció que no cree que el conflicto pueda escalar hasta un punto de tener que involucrar a la OTAN.

Ir más allá. En su relato sobre las víctimas que dejan los conflictos, Pilar Bernal recordó un reportaje que realizó en Letonia y Estonia, donde el 30% de la población son minorías rusas que viven con pasaportes 'alien'. «Las guerras responden a un proceso y hay que tratar de entender por qué pasan las cosas: tiene que ver con la identidad y con tu posición en el mapa».

Una de las partes más impactantes de su conferencia llegó con la reproducción de un reportaje grabado en Méjico, en el que contraponía las historias de un joven sicario, un verdugo adolescente que usa métodos sanguinarios y reniega de la conciencia y de los sentimientos, y la de Mario, un buscador de vidas, las de aquellos que murieron a manos de los narcos. El monstruo y el héroe. «Ambos son producto de una misma realidad, de una guerra silenciosa en un país amable pero en el que han sido asesinados 11 periodistas en lo que llevamos de año», apuntó.

Putin quiere devolver la dignidad al pueblo ruso y esa idea se la compran muchos en Rusia» 

De Méjico a Corea del Norte, un lugar hermético al que viajó en 2007 invitada por el régimen pero donde pudo contar historias como la de dos hombres que habían sobrevivido a la guerra. «Cuando un periodista hace una labor de investigación, hay honestidad e integridad profesional. Por eso, reivindico la labor del que se mancha las botas de barro». Una frase que cobró  su máximo sentido cuando mostró  sobre la pantalla del salón de actos un grabado de Goya -el número 44 de los desastres- donde dejó manuscrito la frase: 'Yo lo vi'.  «Esa es la clave de todo. Un reportero se caracteriza por ser testigo ocular de los hechos vividos», enfatizó. La última parte de su charla, y a preguntas del público, fue para China, del que dijo que «es un actor propagandístico muy peligroso».