El ambiente de San Juan del Monte jamás defrauda. Ni una sola edición ha resultado tranquila, en el buen sentido. Eso sí, parece imposible recordar una mañana de sábado tan ajetreada como la que se ha vivido hoy en el Casco Viejo de Miranda. Decenas, centenares, miles de ciudadanos han cruzado el río para disfrutar de la Resurrección del Bombo Infantil, pese al sofocante calor que hacía bajo el sol. Aunque el protagonismo se ha repartido entre varios niños y niñas que en anteriores ediciones no pudieron ejercer de Sanjuaneros, tres nombres se han alzado por encima del resto: Iria Miguel, Aritz Baldero y Paschal Mogaru.

Los Sanjuaneros infantiles, Iria y Aritz, no han escondido tras aporrear el bombo que en los instantes previos el nerviosismo se ha apoderado de ellos. Sin embargo, nadie lo ha notado. Solo se ha visto a dos muchachos disfrutando una fiesta única desde dentro. Precisamente, aunque a ojos de toda la ciudad tiene un encanto especial, la jornada de hoy para estos dos niños ha sido un poco distinta. «Es una experiencia que no vamos a olvidar nunca», reconoce la joven Iria.

Justo antes de que los dos Sanjuaneros Infantiles de esta edición golpearan con ganas el bombo, Paschal ha ofrecido a todo Miranda un bonito discurso. «Tantas emociones, el sentimiento que expresar en miles de momentos», ha expuesto el muchacho en referencia a sus vivencias de otros años. «Festejar con blusas, levantar el pañuelo al final de la misa en la Ermitas es lo que más me emociona», ha continuado. «Como también tocar la campana, echar un donativo y encender una vela», ha añadido. El pregonero se ha deshecho en elogios para los actos históricos de las Fiestas y ha comentado que «seguro, que las tradiciones os gustan tanto como a mí». No se equivoca, según parece por el seguimiento de los ciudadanos en todos los eventos programados.

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