Cien pacientes pasan por la consulta de secuelas post covid

DB
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Esta enfermedad puede dejar secuelas a medio y largo plazo que aún se están estudiando.

El Hospital Universitario de Burgos tiene en este momento nueve personas hospitalizadas por covid, de las que siete están en planta y dos en la UCI. - Foto: Alberto Rodrigo

Cerca de un centenar de pacientes han recibido atención en la consulta habilitada por el servicio de Neumología del HUBU desde mediados de mayo para controlar las secuelas del coronavirus. Esta enfermedad, que tiene como órgano diana a los pulmones, puede dejar secuelas a medio y largo plazo que aún se están estudiando. 

Para realizar el seguimiento a los pacientes que la han superado se ha establecido una consulta específica, promovida en abril por la doctora Teresa Peña y que, por las circunstancias de la pandemia, se puso en marcha en mayo, estructurada en dos fases. En la primera, seis especialistas del servicio están realizando un triaje de los pacientes, citados a través de dos vías: los que han sido ingresados con neumonía bilateral grave y los que han requerido ventilación no invasiva o han pasado por la UCI son citados por el hospital según criterio de Neumología. Por otro lado, aquellos que no han estado ingresados, o su ingreso ha cursado con afectación más leve, son derivados por su médico de familia a criterio de éste. En este sentido, la coordinación con Primaria está siendo fundamental.

Una vez que se concluya ese cribado, serán dos neumólogas, las doctoras. Carmen Fernández y Teresa Peña, quienes se encargarán de realizar el seguimiento a aquellos pacientes que lo precisen. Se trata, en definitiva, de abordar las consecuencias respiratorias con un tratamiento específico, de manera que no se pierda ninguna oportunidad terapéutica. Para ello es fundamental la exploración, la elaboración de una historia clínica lo más completa posible y la realización de pruebas complementarias, que normalmente incluye una radiografía reciente, pruebas funcionales para estudiar la función pulmonar y, en ocasiones más específicas, un TAC de tórax. La clave está en discernir cuáles de las lesiones provocadas por la enfermedad pueden ser reversibles y aplicar el tratamiento individualizado más adecuado para recuperarla capacidad pulmonar previa.