La CHE talará en agosto la chopera ilegal del Bayas

Ó.C.
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El objetivo es eliminar «el máximo posible de árboles», ya que muchos están en mal estado y hay riesgo de daños con sus caídas

La actuación implicará limpiar casi todo el recorrido del río por Miranda.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) iniciará en agosto la tala de «la chopera ilegal» del río Bayas a su paso por Miranda, desde el puente de la línea ferroviaria Madrid-Irún hasta su desembocadura, un trayecto que roza los dos kilómetros. En la intervención, que durará tres meses, invertirán 30.000 euros y plantean cortar «el máximo posible» de ejemplares no autóctonos, por los problemas de seguridad para las personas y el riesgo ante posibles crecidas.

El organismo regulador remarca que «los responsables de la plantación no obtuvieron los permisos correspondientes, por lo que se abandonó, quedando los árboles como parte de la vegetación de ribera». La siembra se produjo hace décadas y la especie introducida cuenta con un crecimiento muy rápido, pero si no hay una tala programada, sigue creciendo y caen con facilidad.

Esto ocurre en estos momentos «generando daños a líneas eléctricas e infraestructuras», evidencian en la CHE, donde explican que ya han tenido que cortar en otras ocasiones para reducir los riesgos para los tendidos. Además, la Confederación también apunta que la situación actual puede ocasionar peligros para «las personas que recorren las riberas», en una zona además como la carretera del Penbu que bordea el cauce en la que  muchos mirandeses pasean.

En la Confederación confiesan que el problema no viene tanto «de la ilegalidad sino del estado de la chopera», por lo que reiteran la necesidad de intervenir. Además el proyecto está incluido dentro del estudio hidrológico e hidráulico para Miranda, por lo que la entidad responsable resalta la importancia de mantener en buen estado el cauce, para evitar tapones en los episodios de crecidas que puedan complicar el desagüe.

Por todos estos motivo, la tala será «intensiva», aunque eso tampoco equivale a una eliminación  total. En cualquier caso, la imagen del entorno del Bayas sí que cambiará notablemente. Para saber cómo quedará, hay que esperar porque los técnicos analizarán qué ejemplares se conservan en buen estado,  ya que «no hablamos de todos los chopos», matizan. 

La actuación se desarrollará a los dos lados del cauce donde hay mucha presencia de la especie introducida, que es un híbrido vinculado a la producción de madera. Al eliminarlos, pretenden que la vegetación autóctona como el aliso, el fresno y el sauce, que aguantan mejor y no ceden con la facilidad, ganen terreno junto al río.

De hecho, la idea de la CHE pasa por favorecer la expansión de estas variedades, algo que ya han comprobado que sucede cuando caen los chopos, lo que deriva en el crecimiento de arbustos propios de la zona como los saúcos, las zarzas o los carrizos. Con los 30.000 euros previstos, tampoco contemplan campañas de nuevas plantaciones, aunque «si transcurrido un año de la corta fuera necesario, se realizaría una plantación».

Todos los permisos. En la Confederación entienden que puede haber cierta controversia por la medida, aunque remarcan los beneficios que obtendrá el medio y además ensalzan que tienen todos los permisos del Servicio Territorial de Medioambiente de Burgos para limpiar y cortar la vegetación. Esta administración solo puso una condición, que tenía que ver con el momento en el que se realizaran los trabajos, porque no lo permitían antes del 31 de julio «por ser época de cría del visón europeo». 

En cuanto a la madera de la tala estará a disposición del Ayuntamiento de Miranda, y en el caso que no la quieran «se cargará y llevará para su uso en técnicas de bioingeniería en otras obras de la CHE».