Metalflex invierte 1,5 millones y creará 6 empleos en Melgar

I.P.
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Dedicada a la calderería fina, la compañía local alzará una nueva nave, que aspiran a construir 8 firmas

El proyecto de la nueva nave pretende separar los procesos productivos para evitar la contaminación. - Foto: Luis López Araico

Dedicada al sector de la calderería fina con destino a los sectores de la automoción, alimentación o farmacéutico, la empresa Metalflex Jam es la principal industria de la villa melgarense, con 24 trabajadores en plantilla, que se verán incrementada entre 4 y 6 cuando se complete el proyecto de ampliación en marcha. Desde 2007, que su gerente, Alberto Pascual puso en marcha este proyecto que tiene su origen en la empresa familiar Talleres Hermanos Monedero, dedicada a la construcción de cabinas para tractores y más tarde al sector ferroviario, la compañía no ha dejado de crecer. Tal es así, que ya hace un par de años se planteó la posibilidad de ampliar las instalaciones, y es ahora cuando con todas las licencias y permisos en la mano, ha sacado a licitación las obras, que supondrán una inversión de 1,5 millones de euros. Ocho empresas han presentado sus ofertas en el plazo fijado, que se cerró el viernes pasado y la próxima semana se decidirá a cual de ellas se adjudica el proyecto para levantar la nueva nave en un terreno colindante a las instalaciones actuales que se localizan en la avenida de Castrojeriz.

La nueva nave tendrá 3.750 metros cuadrados y además de acoger las nuevas oficinas, se destinará en exclusiva para trabajar el acero inoxidable, según explica Monedero, que especifica que en la nave actual donde ahora se lleva a cabo el procesamiento de chapa y el corte plegado se dejará para el almacenaje mientras en las instalaciones originales de la empresa familiar se trabajarán la soldadura y el corte del acero al carbono. 

El nuevo proyecto, explica el gerente, tiene como objetivo dar un mayor servicio al cliente y mejorar la calidad del producto, de ahí que se separen en naves diferentes los distintos procesos productivos en función de la materia con la que se elaboran para "evitar la contaminación de unos a otros productos", especifica. 

En su afán por diversificar la producción y entrar en sectores nuevos que compensen la crisis de otros, Metalflex se ha hecho un hueco en el mercado nacional del norte del país, fundamentalmente el País Vasco (Bilbao, fundamentalmente) y Cantabria, además de la propia provincia burgalesa. Con la ampliación de la empresa, el gerente de Metalflex explica que se pretende introducir en el centro peninsular, con la mirad puesta en Madrid, teniendo en cuenta que es una de las pocas comunidades autónomas que está ganado peso industrial en el país.

Arraigado en Melgar. El sector metalúrgico de calderería engloba tras subsectores: la calderería pesada, media y fina, está última en la que está especializada la empresa melgarense, que produce, cubas, tolvas, soportes, tubos, chapas y estructuras destinadas a las empresas de automoción o a la fabricación de maquinaria para el sector de la alimentación, en continuo crecimiento. Toda la fabricación es unitaria, no en series.

Metalflex tiene una facturación anual de 2 millones de euros. Actualmente, la empresa cuenta con 24 trabajadores, en los que se engloban los de administración, contabilidad, oficina técnica y diseño, comercial y producción. La mayor parte de ellos son de Melgar y la comarca. 

Y es que esta es una de las filosofías que el empresario ha mantenido, dejando claro que es posible llevar a cabo una actividad similar también en el mundo rural, creando empleo. Reconoce que los clientes le han tentado en varias ocasiones para que se traslade a la capital burgalesa y más ahora con la ampliación, pero se ha mantenido firme en sus principios y ha apostado por la villa melgarense, porque cree en su proyecto donde ha estado siempre y porque es su manera de contribuir a mantener viva la comarca, aun sabiendo que en la capital tendría más trabajo. "Si todos nos vamos, esto se muere", dice.

Además, hace hincapié en que muchos de sus trabajadores han aprendido el oficio en la misma fábrica. "Que baje un soldador de Burgos, por ejemplo, lo hace durante cierto tiempo, pero luego encuentra otra cosa y se va. Nosotros apostamos por gente de la zona, la formamos aquí y esos trabajadores suelen quedar". Por eso también reivindica más apoyo a los empresarios y menos trabas.