Empate valioso para el Tubos Aranda. Los de Mariano Ortega se llevan un punto en el estreno liguero en casa tras un choque cargado de adrenalina ante BM Nava (31-31). La comunión entre banquillo, jugadores y afición permitió a los locales reponerse de la pegada segoviana, que se vio contra las cuerdas durante buena parte del encuentro. El Príncipe de Asturias volvió a rugir y lo hizo ante uno de los 'gigantes' de la categoría.

La primera parte mostró una firme declaración de intenciones por parte de ambos conjuntos. La fortaleza ribereña no sobrevivió a los primeros golpes de los blancos. Sin embargo, como es tradición en el Príncipe de Asturias, el empuje de la grada permitió al Tubos Aranda ir de menos a más. Una exhibición con todas las letras de Pinillos y Fischer permitieron a los amarillos aventajarse hasta los últimos compases de la primera mitad. La euforia se vio opacada en la última jugada de los primeros 30 minutos. Una pérdida de Fischer permitió a los de Senovilla igualar el encuentro cuando apenas restaban unos segundos (16-16).

La vuelta de los vestuarios no rompió la magia ribereña. El dominio local se hizo notar, y el marcador dió fe de ello. Los de Mariano Ortega logragron sobreponerse a la expulsión de Palacios y lograron una ventaja de tres tantos en los primeros diez minutos. Lejos de bajar los brazos, Nava demostró su enorme poderío ofensivo para reengancharse al partido en los últimos compases. Hasta el punto de ponerse de nuevo por delante en el luminoso. El Tubos Aranda, que dependía de sí mismo, pagó caro ciertos errores que les alejaron de una posible victoria. Finalmente, el partido culminó con un justo y meritorio empate para ambos equipos (31-31).

Con el Príncipe de Asturias convertido en una auténtica fiesta, la temporada en Aranda ya es una realidad. La cancha ya respira el aire a balonmano y volverá a rugir el próximo fin de semana ante Puerto Sagunto. El Tubos Aranda abandonará la competición copera para sumergirse en su andadura en la Copa del Rey.