El servicio de Prevención de Riesgos Laborales del complejo asistencial de Burgos (que además del HUBU, incluye Fuente Bermeja y el Divino Valles) inició el 18 de mayo una campaña de búsqueda de infecciones por coronavirus en trabajadores asintomáticos que en los primeros diez días sacó a la luz 64 casos de inmunidad completa. Todos ellos son empleados del complejo que mediante un análisis del suero sanguíneo con una técnica muy específica (Clia) descubrieron que habían desarrollado anticuerpos del tipo inmunoglobulina G frente al virus SARS-CoV-2, lo cual indica que superaron la infección sin enterarse.
En estos casos hay una diseminación inconsciente del virus y de la enfermedad; un riesgo que se quiere evitar a toda costa ahora que se empieza a recuperar actividad en hospitales y en la calle y que la pandemia parece estar controlada. Conseguirlo pasa por detectar todos los contagios a tiempo y aislarlos antes de que generen un brote; máxime si se trata de un trabajador de un centro sanitario y, sobre todo, si es asintomático. El estudio de inmunidad organizado por el Gobierno central evidenció que el número de personas que superan el proceso vírico sin desarrollar indicios de enfermedad no es nada despreciable (el 47,4% del total) y eso conlleva un riesgo añadido en centros asistenciales.
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