Un difícil trabajo por delante

R.M.
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El nuevo técnico y la dirección deportiva deberán construir una plantilla en la que lo complicado será dar salida a los jugadores con contrato

Carlos Indiano realiza un pase. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El trabajo que tiene por delante la dirección deportiva junto al nuevo entrenador para dar forma al nuevo proyecto blanquinegro es notable a la vez que complicado. En estos momentos son 20 los futbolistas que tienen contrato para la próxima campaña y el primero de los objetivos es el de llegar a un acuerdo con al menos 5 de ellos para hacer hueco a las caras nuevas.

Michu y Calero tienen clara la hoja de ruta, ya que hace un tiempo que trabajan de forma coordinada. Goti, Albistegui, Palatsi, Indiano y Toché no entran en los planes deportivos, aunque la entidad debe buscar una solución que será harto complicada. 

Los dos primeros ya salieron cedidos en el mes de enero, mientras que los otros tres formaban parte de la columna vertebral de la pasada temporada y no rindieron al nivel esperado. Michu ha hablado con todos ellos, aunque de momento no ha habido movimientos significativos en ninguno de los casos. Todo indica que acabarán saliendo, aunque el proceso se puede alargar. La cifra también podría aumentar y entrar en esta lista de transferibles otros nombres.

Uno de los aspectos que tiene a favor el área deportiva del Burgos CF es que el margen de maniobra sigue siendo amplio. Aún no ha concluido la competición en Segunda División B, ya que se deben disputar los play off exprés que decidirán los 4 equipos ascienden. También debe acabar la Liga Smartbank.

El perfil de jugadores que pretende el Burgos CF para completar su plantilla es el de futbolistas que sobresalen en la tercera categoría del fútbol nacional, o los de Segunda que no les importe bajar un escalón para formar parte de un proyecto ambicioso. 

Las especiales circunstancias hacen que los futbolistas tengan también menos prisa en aclarar su futuro, más cuando tienen contrato. 

La intención de Michu es formar una plantilla corta de alrededor de 20 jugadores que pueda estar permanentemente apoyada por el filial, al que también quieren dotar de jugadores que tengan calidad suficiente para echar una mano al primer equipo. 

Así las cosas, quedarían por llegar de 5 a 7 futbolistas de nivel, ya que la intención de la dirección deportiva es que Diosbert Rivero y Matías Rosales (ambos aún en edad sub 23) jueguen en el equipo de Tercera cuando no entren en los planes de Calero.

Los plazos de la competición aún no se conocen y no se sabe cuándo comenzará la competición. Una vez que las fechas estén claras, el cuerpo técnico podrá planificar la pretemporada y el inicio de los entrenamientos, pero por el momento estos aspectos son aún una incógnita. Así las cosas, Michu y Calero se centrarán en la confección de la plantilla para más adelante abordar otras decisiones.