Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


De la mano de Colau

18/12/2021

Ada Colau ya tenía mano en Moncloa a través de Manuel Castells, elegido por ella misma como "cuota Comuns" en el reparto de carteras que adjudicaba cinco ministerios a Unidas Podemos. Castells, un hombre de prestigio en el mundo de la docencia universitaria, desarrollada en la Sorbona primero y en Berkeley después, nunca sintió entusiasmo por su cargo. Y si lo sintió no se le notaba. Se va por motivos de salud, pero la sensación generalizada es que ni se sentía identificado con el gobierno ni fue capaz de convencer a Sánchez de que le diera un voto de confianza para promover el modelo que él buscaba, el que había aprendido en California, de donde se consideraba ciudadano ilustre. Al final, ese hombre brillante ha pasado por el ministerio de Universidades sin pena ni gloria, con la única aportación de haber incrementado las becas y reducido las tasas, y sin que se aprobara la ley en la que había puesto todas sus esperanzas.

Fin del capítulo Castells. Llega ahora el capítulo Joan Subirats, también con biografía importante, pero que tiene poco que ver con su antecesor. Subirats es un hombre ideologizado, muy cercano a Ada Colau, que es quien ha puesto su nombre encima de la mesa, ya que la cartera de Universidades corresponde a En Comú según el acuerdo al que llegó la alcaldesa con el exlíder de Podemos.

Subirats es miembro destacado de los comunes, con un papel activo, e intentará sobresalir en el debate político del gobierno, donde cada vez se visualizan más claramente las rivalidades y las diferencias que separan a los socios de la coalición. No es independentista pero votó en el referéndum ilegal del 1-0, y destacó como defensor de los independentistas condenados por el Tribunal Supremo.

¿Tiene un proyecto universitario? Más bien tiene un proyecto político, pero una vez en el gobierno quizá aspire a poner su marca en la futura ley que regirá el modus operandi de las universidades españoles. Si mantiene la línea que ha seguido hasta ahora, no se conformará con culminar el proyecto de ley que apadrinó Manuel Castells aunque no consiguió culminarlo, como deseaba, con su aprobación por el Parlamento.

Llega Subirats al ministerio con la polémica del respeto a la lengua castellana en Cataluña. Ha surgido en colegio, pero también hay problemas con el castellano en la Universidad, así como una presión insoportable hacia los alumnos que se niegan a aceptar las imposiciones independentistas no solo sobre la lengua sino también sobre profesores contratados e incluso sobre los personajes de la vida pública a los que se invita a participar en conferencias y encuentros con los estudiantes.

Que los estudios universitarios estén en manos de un ideólogo nacionalista catalán, que acepta los principios del independentismo, es un peligro más para los españoles que no tienen más aspiración que acceder a los mejores programas docentes. Ajenos a los avatares políticos.