Más allá del coche de San Fernando

I.L.H.
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Con casi 500 fotografías inéditas de su amplísimo fondo, Carlos Sainz Varona repasa la evolución de los 'Medios de locomoción y transporte' en todo el mundo desde 1880 a mediados del siglo XX. Es el segundo volumen de la colección 'Imágenes de ayer'

El anterior volumen de Sainz Varona está agotado. Seguro que ocurre lo mismo con el que tiene en sus manos. - Foto: Alberto Rodrigo

Desde antes de la invención de la rueda el ser humano se las ha ingeniado con artefactos de todo tipo para ayudarse en los desplazamientos por tierra, mar y aire, más allá del coche de San Fernando, el que te lleva un ratito a pie y otro caminando. Muchos de esos medios de locomoción ya no se utilizan por obsoletos, cambios de costumbres, modas o la propia evolución del transporte. De algunos quedan dibujos o maquetas, otros siguen funcionando en su versión moderna y de los que se extinguieron hace unos lustros conservamos fotografías como las que ha recopilado en su nuevo libro Carlos Sainz Varona. Sus imágenes permiten echar la vista atrás y sorprenderse por el talento de su construcción, las condiciones de vida en las que se usaban, su diseño y también por quienes ejercían de conductores o conductoras. Ocurre con la bici de madera, el carro cántabro con dos vanos en la rueda, los palanquines, el motocarro, las hamacas móviles, el ferrocarril aéreo, el tren cremallera o el cuatriciclo a vela.

En Medios de locomoción y transporte, segundo volumen de la serie Imágenes de ayer, reúne aquellos que se han utilizado desde 1880 a mediados del siglo pasado, mientras se observa también la evolución de la fotografía. Y menos las naves espaciales que llegarían un poco más tarde, hay todo tipo de artilugios que, en algunos casos, tienen posibilidades de recuperar el brío que tuvieron antaño. Lo pensamos del minicoche Isseta o el Biscúter, cuyos diseños recuerdan a los primeros coches eléctricos uniplazas;las bicicletas de corte clásico que vuelven a estar de moda; un tándem en paralelo en lugar de en línea y con posibilidad de llevar a un niño en el centro; o el sidecar, que una vez comprobada la comodidad de las motocicletas de tres ruedas, es probable que vuelva a ser un medio biplaza para desplazamientos por la ciudad.

Historia del movimiento. Loquillo, que quería un camión para ser feliz, tiene en esta publicación una decena para comprobar su estado de satisfacción. Los puede elegir aparcados en medio de un paisaje africano, desplazando soldados o como transporte de alguna marca comercial. En las más de 490 fotografías de todo el mundo seleccionadas de entre 700 hay imágenes para ser dichosos admirando cómo eran los autobuses sin capota antes de que aparecieran los de uso turístico o al comparar las ambulancias que hemos dejado atrás: en el mejor de los casos movidas por caballos; en el peor, tirando del enfermo con las dos mandos.

El monumental fondo que posee Carlos Sainz Varona le ha permitido crear una publicación que, como ocurrió con el anterior trabajo sobre Oficios y profesiones que se agotó en dos meses, hace historia. Con un relato que se divide entre medios terrestres y de tracción animal, marítimos y acuáticos, y aéreos, el coleccionista burgalés tiene «un objetivo pedagógico y aleccionador para las nuevas generaciones, más imbuidas en otros entretenimientos y desconocedoras de algunas de estas representaciones», subraya el autor, que cuenta para el prólogo con el escritor y abogado vinculado a Poza de la Sal, Jaime Urcelay. «He querido meter variedad para que sea más curioso. Las hay simpatiquísimas, como los carromatos de vendedores ambulantes o las imágenes coloniales». 

Hay en este libro muchísimas estampas singulares, tanto por los propios medios de transporte como por el entorno en el que se presentan. Porque las fotos y postales reunidas en papel, acetato y placas de cristal dan cuenta, por ejemplo, del trolebús y la publicidad de la época o de este transposte en la mitad de la Gran Vía bilbaína cuando apenas había coches; la dresina y el modo en el que los trabajadores del ferrocarril se desplazaban hace unos años para las tareas de mantenimiento de las vías (una de las pocas imágenes que hay de la provincia muestra este vehículo en el desfiladero de Pancorbo); cómo vestían quienes transportaban y cómo lo hacían quienes eran transportados en hamacas y palanquines; el cambio estético de fragatas, catamaranes y cargueros, o los usos de los aviones de combate y sanitarios en otras épocas.

Con este libro, que ya está en librerías, el lector se convertirá en viajero del tiempo y el espacio geográfico en cada una de las modalidades que existen para desplazarse. Móntese y ¡buen viaje!