El Conservatorio mantiene la demanda de alumnos

B.G.R.
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El centro prevé recuperar la orquesta y la banda del grado de Elemental. La restricción de público en las audiciones no ha mermado la cifra de solicitudes

El plazo de preinscripción en el centro terminó en mayo. - Foto: Luis López Araico

La pandemia repercutió de forma negativa en la matrícula de las enseñanzas no obligatorias. El Conservatorio de Música Rafael Frühbeck de Burgos vio cómo las inscripciones caían un 30% en el curso 2020-2021, aunque logró recuperar ese porcentaje perdido este ejercicio. Para el próximo, se consolida esa tendencia de crecimiento del centro profesional, teniendo en cuenta la cifra de solicitudes recibidas hasta el 13 de mayo. 

Esta asciende a 106 para primero del grado de Elemental, lo que representa 14 menos que hace un año, aunque el número total se compensa por un incremento de las peticiones para acceder a cursos intermedios (24). A todas ellas, se suman otras 66 para primero de Profesional, con lo que la dotación vuelve a alcanzar, en líneas generales, los 600 estudiantes que consiguió en 2019 después de unos años de descenso de la matrícula.

«El año pasado se absorbieron las solicitudes del anterior, que se vieron menguadas por la crisis sanitaria, mientras que 2022-2023 ya entra dentro de la normalidad y confirma el crecimiento del alumnado», explica su director, Rubén Ramiro en referencia a las preinscripciones registradas. En cuanto a los instrumentos más demandados y aunque aún los nuevos estudiantes no han realizado la selección, prevé que se repita el patrón habitual, con piano, guitarra y violín, por este orden, a la cabeza del interés de quienes se matriculan.

Este periodo lectivo que acaba se estrenó la especialidad de Órgano, una reivindicación histórica del Conservatorio que por fin fue atendida. En este punto, Ramiro señala que su consolidación es «lenta» por las propias características del instrumento, con cuatro alumnos este curso y dos peticiones para el que viene. No obstante, se trata de una especialidad que siempre ha defendido el centro por la tradición burgalesa que existe al respecto y con la se hace «justicia» a una provincia en la que «tenemos la mayor colección de órganos históricos de Europa que están infrautilizados».

Han sido varios los problemas con los que se ha topado este año la dotación ubicada en la calle Gonzalo de Berceo, comenzando por la falta de profesorado. La última, la prohibición del acceso de público a las audiciones de los estudiantes, que llevó a las familias a movilizarse para que la Consejería de Educación la levantara, recibiendo incluso el apoyo del Procurador del Común. La petición se consiguió en abril y no ha tenido repercusiones en la matrícula, tal y como se temía, al recuperarse las condiciones habituales «a mitad de curso» que ha permitido al centro funcionar con «normalidad».

De cara a 2022-2023, Ramiro avanza la intención de recuperar la orquesta y la banda de Enseñanzas Elementales, creadas al agruparse las clases colectivas de instrumento de último curso. «Contamos con ello y con que no haya más restricciones», subraya, sin que por el momento se haya recibido ninguna notificación de la Junta al respecto.