Adiós a la romería de San Isidro por el mal estado del tejado

I.M.L.
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Al eliminar el falso techo de yeso se ha descubierto que la estructura de tejas carece de vigas que la sustenten, lo que provoca que se apoyen en las paredes, que presentan grandes grietas

La ermita permanece precintada para evitar que los paseantes se acerquen ante el riesgo de posible derrumbe. - Foto: I.M.L.

Años llevaba la ermita de San Isidro esperando alguna intervención en su estructura, y las obras se han dilatado tanto en el tiempo que el estado de la estructura es peor del que cabía pensar a simple vista. Primero se arregló la sacristía, con un gasto de 40.000 euros, y la retirada a petición de la cofradía titular del falso techo de yeso que rebajaba la altura de la nave central trajo una sorpresa que no esperaba nadie. «Ese tejado es un peligro, nadie se explica cómo ha aguantado tanto, casi no tiene vigas que lo sujeten, hay unas pero son muy finas», explica el concejal de Obras del Ayuntamiento arandino, Alfonso Sanz, que ya ha encargado que se redacte un proyecto para renovar toda la cubierta.

De momento, además de mantener precintado el perímetro del edificio para evitar que se acerque nadie, la Cofradía de San Isidro Labrador ha suspendido los actos de su romería tradicional, y el 15 de mayo se tendrán que conformar los agricultores de la zona con participar en la misa que se celebrará a las 13 horas en la iglesia de San Juan de la Vera Cruz. Ni procesión, ni puestos ambulantes, ni merienda y jotas por la tarde. «La ermita no se puede usar para nada hasta que no se cambie el tejado completo», insisten desde la propia cofradía. Unas fuentes que destacan que todo el edificio sufre problemas estructurales, «las grietas se ven desde fuera, cualquier día terminan de abrirse y la ermita se arpa por la mitad» avisan. 

Este edificio no tiene valor artístico pero sí como patrimonio local, ya que la Cofradía de San Isidro es una de las más antiguas de la capital ribereña. Data del primer cuarto del siglo XVIII, de hecho la ermita se terminó de construir en 1722. El actual tejado de tejas no es el original, ya que esa techumbre se perdió por completo durante la Guerra de la Independencia, según los historiadores, ya que el edificio fue utilizado por el ejército francés como almacén o polvorín y lo destrozaron al irse. El actual techo se renovó en 1884 y el falso techo de yeso que ahora se acaba de retirar fue obra de una escuela taller a finales del siglo pasado, que mejoró las condiciones de temperatura en el interior del templo pero ha impedido hasta ahora comprobar el estado real del tejado, que está descansando todo su peso sobre las paredes de la ermita, provocando grietas y abombamientos.

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