Los momentos de mayor actividad comercial coinciden con los cambios de temporada, ya sea en la de primavera-verano o en la de otoño-invierno. Esta última no ha sido una excepción al menos en el centro histórico, donde las persianas bajadas (que no son pocas) contrastan con las que se levantan para iniciar un nuevo negocio o para estrenar ubicación, bien porque las dimensiones del anterior local eran demasiado reducidas o porque se aprovecha la oportunidad de poder instalarse en primer línea. Por un motivo u otro, el centro contabiliza desde septiembre al menos 8 aperturas y traslados, concentradas en la Plaza Mayor y Laín Calvo.

La asociación de comerciantes de esta zona (Centro Burgos) valora de forma muy positiva esta actividad teniendo en cuenta el momento actual que se vive. «Es un balance positivo en un  momento en el que estamos sufriendo las consecuencias de una guerra y nos encontramos en medio de una crisis económica», subraya su gerente, Belén Marticorena, quien alaba el espíritu emprendedor de los burgaleses y ofrece una lectura favorable de la evolución del sector que inicialmente parecía impensable: «Creíamos que no iba a haber cambios ni a abrir ninguna tienda».

Dentro de ese movimiento comercial figura Sabor a España, un comercio especializado en productos dulces que ha llegado procedente de Córdoba. Se trata de una empresa familiar que se decantó por Burgos al contar con clientes de esta ciudad que visitaban sus tiendas en otros puntos de España. Ese interés, unido al hecho de haber encontrado un local acorde a sus necesidades, con acceso desde el paseo del Espolón y la plaza del Rey San Fernando, fueron los que motivaron su apertura.

(Más información y repaso a las otras aperturas, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)