La caligrafía ornamental de un cuadro

I.L.H.
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Rufo Criado parte de los textos de las yeserías y artesonado mudéjar del Arco de Santa María para escribir con sus formas geométricas una obra abstracta enérgica e hipnótica que ofrece otra lectura del espacio

En la muestra ‘Sobre-escrituras’ Rufo Criado reúne 41 piezas. Cada una exige un meticuloso y concienzudo ‘montaje’ de líneas y formas con las que crea auténticos poemas geométricos. - Foto: Luis López Araico

Culturas como la islámica o la otomana aplicaban hace siglos las formas geométricas al arte ornamental. Rufo Criado no lleva siglos, pero sí décadas «actualizando» ese tipo de arte desde una iconografía del siglo XXI. Aunque no fue hasta hace seis años, con la exposición que mantuvo en el Centro de Arte de Alcobendas (Madrid), cuando le dio una vuelta de tuerca a esa abstracción basándose en elementos arquitectónicos como mosaicos romano, azulejos y cenefas de monumentos otomanos y, ahora, continuando la serie, con las yeserías y el artesonado mudéjar del Arco de Santa María.  

El pintor arandino utiliza como plantillas la caligrafía árabe que hay recogida bajo el cuadro de Vela Zanetti y el artesonado de la sala de Poridad y sobre ellas escribe nuevas formas ornamentales con su caligrafía artística: «Desvirtúo la imagen original y lo recreo encerrando la circunferencia en el cuadro, haciendo guiños ópticos y jugando con el color. Finalmente lo que hago es un cuadro partiendo de la esencia de la geometría», afirma al describir obras enérgicas, hipnóticas y poéticas de colores vibrantes.

Pero no solo reinterpreta o reescribe esas formas ornamentales hasta crear un lenguaje nuevo, sino que también ofrece otra lectura del espacio. Porque sus obras exigen observar los motivos de inspiración y su disposición en el edificio, además de obtener otras perspectivas según la posición de las obras.

Así, la instalación de seis mesas en el centro del arco permite contemplar en horizontal una obra de un texto escrito sobre una tabla y, desde la planta superior, se obtiene otra visión del conjunto en un plano en picado. De ahí también que las piezas sobre las yeserías tiendan hacia las líneas rectas y en las del artesonado se decante por el círculo y la curva, elemento que empieza a introducir como parte de su nuevo discurso. «Todo tiene una deriva y quizá sea por la necesidad de introducir el movimiento. No hay más razón que el planteamiento artístico», matiza, aunque la curva se ha dejado ver en los apuntes que le han servido de terapia durante el confinamiento.

Además de las piezas basadas en el arco, Criado recupera obras del proyecto iniciado en 2014 porque explican gráficamente párrafos anteriores de su relato. Están los cuadros colocados como rombos y otros en los que mantiene el planteamiento ornamental sin referencias específicas. Todo esa geometría y el meticuloso trabajo que requiere se podrá ver en julio y agosto.