No sólo hay margen de tiempo, sino que Burgos quizás esté adelantándose a otras posibles candidatas. La carrera por la capitalidad europea de la cultura en 2031 es una prueba de fondo, y en la capital castellana lo saben tras la experiencia de 2016. Ese es el mensaje que emana del Ayuntamiento, a través de Promueve y del propio alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa. Y que se están dando los pasos correctos. Sin prisa pero sin pausa. Si el año cuyo final ya se atisba en lontananza ha sido el de la presentación pública de la candidatura, involucrando a todos los agentes sociales, también lo ha sido del inicio de la construcción de los pilares que sustentarán el proyecto con el que Burgos quiere presentarse ante Europa. Se ha contratado a dos asesores -Elvira Rilova y Luis González- y se han celebrado ya varias reuniones tanto del Consejo Social como del demoninado Comité de Asesor o de Expertos (el presupuesto de este año para el proyecto de Burgos 2031 ha sido de 100.000 euros).
Pero el Consistorio quiere dar un impulso que considera necesario el año que viene. Y su compromiso pasa por destinar cuatro veces más de presupuesto (en torno a 450.000 euros) con el fin de que en 2023 quede ya definido el proyecto con el que, una vez que el Ministerio de Cultura haga públicas las bases (posiblemente en 2024), presentar la candidatura. Burgos tendrá rivales, claro está.Aunque no es seguro que vayan a sumarse a esta carrera todas las ciudades que han manifestado esa intención:Granada, Jerez de la Frontera, Gijón, Málaga o Las Palmas, entre otras.
El tiempo de reflexión sobre el proyecto ya está abierto; una reflexión compartida por agentes políticos, sociales, culturales económicos, ciudadanos. Hay una línea nuclear en la definición de ese plan cultural, y que el proyecto será abordado desde una dimensión europea: lo que Burgos puede ofrecer a Europa en el año 2031 desde el punto de vista de ciudad cultural.«Es un proyecto de ciudad, y de ciudad cultural.Y un proyecto que no se va a acabar ese año 2031, gane o no Burgos.Se trata de definir la ciudad que queremos en adelante con la cultura como un motor. Debe ser un catalizador para lograr los objetivos de desarrollo socioeconómico de la ciudad, un instrumento para aumentar la capacidad y la ambición del sector cultural y su conexión con otros sectores y un proyecto capaz de elevar el perfil internacional de la ciudad y su atractivo cultural», explican fuentes municipales.
No se trata, subrayan, de realizar un gran dossier en torno a todas las bondades patrimoniales y artísticas que atesora y ofrece Burgos.«El relato tiene que sostenerse sobre lo que ofrece Burgos a Europa desde el punto de vista sociocultural, pero también socioeconómico. Lo que podemos ofrecer a Europa en el futuro. Presente y futuro. La candidatura no se va a sostener sobre un solo argumento. Hay que buscar, en el marco de una Europa envejecida y con grandes áreas despobladas, lo que Burgos (como ciudad mediana/pequeña) y cuya provincia padece esa despoblación, puede aportar desde el punto de vista cultural, pero también social y económico».
Las mismas fuentes aseguran que uno de los retos es ilusionar a la ciudadanía, que vuelvan a engancharse y a creer. «El objetivo es conseguir la ilusión de todos». En dos semanas estará ya operativa la web en torno a este proyecto, que contendrá información sobre la candidatura, programación cultural y convocatorias culturales. Quienes ya están trabajando en ello están relacionándose con consultoras que estuvieron detrás de candidaturas exitosas (como la de San sebastián) y con personas que son eminencias en estas cuestiones, como Jordi Pascual, que visitará Burgos esta semana.
«Queremos generar una cascada de ideas de artistas locales para conectarlo con artistas europeos para, en el próximo año, empezar a desarrollar ya actividades». Confían desde el Consistorio en el apoyo y la implicación, a todos los niveles, de la Junta de Castilla y León (al margen de que se presente también Segovia, que está madurándolo) y de la empresa privada. «El año que viene va a ser fundamental, porque tendremos el proyecto definido. Y, a partir de ahí, seguir ahondando y trabajando.Creemos en el proyecto», subrayan.