La producción de miel cae entre el 50 y 75% por la sequía

B.A.
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La falta de lluvias y el calor han provocado que las plantas no hayan florecido y que otras se hayan secado antes. Las abejas casi no han salido de las colmenas por las altas temperaturas

Panal incompleto en las colmenas de Miel Mataviejas, en Salas de los Infantes, donde han visto reducida su producción en torno al 70%. - Foto: f2estudio

La apicultura es otro de los sectores que se está viendo afectado de lleno por la falta de lluvias y el exceso de calor durante el verano. Con la cata de las colmenas ya casi terminada en la totalidad de la provincia, los productores de miel afrontan con cierta desesperación los resultados que está arrojando la actual campaña, con entre un 50 y un 75% menos de miel recolectada que un año considerado normal. Unos datos que ofrece Yolanda Martínez, apicultora en las Merindades y vicepresidenta de la asociación burgalesa de este gremio (ASAPIBUR), y en los que coinciden la mayoría de los profesionales de este sector, que tachan el año como de «desastre total» y uno de los peores de las últimas décadas. 

La causa, como explican, es básicamente climática y tiene que ver con la falta de precipitaciones y las altas temperaturas. «Muchas plantas se han secado nada más florecer y otras ni siquiera se llegaron a desarrollar, se quemaban antes, sin salir la flor», comenta Martínez. Todo ello se traduce en menos néctar y menos polen y ha traído como consecuencia menos miel y también que no se reproduzcan como debieran, porque la reina deja de poner. «Básicamente este año las abejas se han dedicado a mantener la temperatura de la colmena y a sobrevivir, no salían de ella por el calor que ha hecho. El poco néctar que han podido recolectar, porque no había, ha sido para alimentarse», explica la productora, que asegura que en los 23 años que lleva en esta profesión no recuerda una campaña tan aciaga. 

Otro problema ha sido que las colmenas creadas con reinas nuevas o tardías tampoco se han desarrollado. «No han evolucionado y hemos tenido que juntarlas, para hacer de dos malas una buena, a ver si así son suficientes abejas y consiguen pasar el invierno, porque están muy débiles», señala en relación a los meses complicados de seguimiento que vienen. 

El calor ha derretido la cera, por lo que tocará reponerla.El calor ha derretido la cera, por lo que tocará reponerla. - Foto: f2estudio

Todo ello no solo supone el mismo porcentaje menos de ingresos por la venta de miel de este año. «También hemos tenido un gasto mayor. Lo que hemos invertido en crear nuevas reinas no ha servido de nada, y hay que sumar el dinero en alimento y el mayor coste del gasoil y de la electricidad», comenta Yolanda, que comercializa su miel con el nombre Api Espinosa, en Espinosa de los Monteros.

Misma calidad. Aunque en menor cantidad, la calidad de la miel recolectada no se ha visto afectada. «Las abejas mantienen la miel siempre con la misma humedad, aunque más escaso, el producto es el mismo», comenta Abel García, que elabora en Monasterio de la Sierra bajo la etiqueta El Castillejo. «Quizás, pero no lo sé, sea un poco más concentrada, más intensa», puntualiza sobre el resultado de la actual temporada, «que seguro será menos de la mitad de lo normal», confiesa con todo el producto ya catado y a punto de comenzar su extracción y envasado. 

El apicultor recuerda que en el 2017 también vivió una mala campaña y que este año, en pleno verano, a finales de julio, fue cuando se paró todo. «Ya se veía venir. Las abejas ni salían, y si no meten polen a la colmena no crían y no nacen las abejas suficientes para pasar el invierno. He revisado colmenas y algunas tienen poca cría, pero otras nada», lamenta el apicultor, que ahora está metiendo alimento y poniendo el tratamiento contra la varroa. 

Este ácaro volvió locos a Ana Nebreda y Yago Matías, de Miel Mataviejas, con colmenas en Carazo y Salas de los Infantes. «Con las primeras olas de calor se murieron muchas por varroa», recuerda Ana.

Durante mes y medio, con mucho esfuerzo y trabajo, a base de tratamientos y de dividir las colmenas, lucharon contra ella. «Pero los núcleos que dividimos no han avanzado. Los hemos vuelto a juntar para ver si logran pasar el invierno, no se si lo conseguiremos», lamenta la apicultora, que califica la campaña de hecatombe. «El año pasado, con 80 colmenas, obtuvimos 1.100 kilos, este año con las mismas hemos recolectado 300». 

Restricciones. No solo la varroa y la climatología ha afectado a estos jóvenes emprendedores, el incendio que se originó en Quintanilla del Coco quemó parte de la zona de pecoreo de las colmenas que tienen en Carazo. Todo ello ha hecho caer su producción alrededor del 70%. «Seguimos manteniendo las 80 colmenas, pero tengo claro que el invierno también traerá una alta mortalidad. Me veo empezando otra vez con 40», añade la joven emprendedora, que critica la falta de empatía que demostró la Junta de Castilla y León con el sector durante las restricciones que aplicaron por riesgo de incendios este verano. «Les ofrecimos muchas alternativas, como ir con equipo de extinción o personal que solo vigilara, pero no nos tuvieron en cuenta. A otros profesionales se les dio la posibilidad de trabajar a ciertas horas, pero a nosotros no. Las abejas necesitan de un manejo continuo, que solo se puede hacer usando el ahumador. No hemos podido cuidar de las colmenas, ni hacer tratamientos cuando hacían falta». 

Rodrigo Hurtado, que con su hermano Diego gestiona Apícola Monte Gayubar, en Barbadillo del Mercado, también recuerda que este año un avispón, no el asiático, ha afectado a algunas de las 400 colmenas que tienen en diferentes enclaves de la Demanda. «Las ataca, las agarra de la cabeza y las mata», comenta Rodrigo, que recuerda que en primavera se preveía una mejor campaña. «Pero llegó el calor y la falta de lluvia y ha reducido muchísimo la producción», puntualiza el joven, que añade que el calor que está haciendo estos días de octubre también perjudica y confunde. Su preocupación también es, igual que la de todos, cómo se van a reponer esas colmenas para afrontar la próxima campaña.