Cada vez son más las personas que en esta ciudad apuestan por desplazarse en bici o patinete en vez de con el coche. El uso del transporte sostenible ha crecido exponencialmente en los últimos años, lo que obligó a crear una ordenanza de movilidad para regular lo que muchos consideraban un caos circulatorio. Desde entonces, a nivel sancionador, los colectivos que utilizan este tipo de vehículos se sienten agraviados en comparación con los turismos. Consideran que hay más manga ancha para incumplimientos más que evidentes: velocidad, distracciones y, sobre todo, no respetar los pasos de cebra. 

A tenor de las cifras de atropellos de unos y otros vehículos, el nivel de presión hacia el colectivo ciclista y de usuarios de VMP está, en opinión de las asociaciones, completamente injustificado. Acorde con la información facilitada por la sala de emergencias 112 de Castilla y León, en lo que llevamos de 2022 ha habido tan solo 10 avisos por bicis o patinetes que arrollaron a peatones. Son incluso dos menos que el ejercicio anterior. 

Pero, aun siendo la diferencia tan abismal con los atropellos que protagonizan los coches (142 entre enero y octubre), los ciclistas y usuarios de patinetes consideran que el control al que son sometidos habitualmente está completamente injustificado. «Me parece bien que la Policía Local me pare si incumplo alguna normativa, pero no sin razón. Y me ha pasado ya varias veces. Creo que deberían estar más pendientes de controlar que no haya coches saltándose pasos de cebra o yendo a velocidades inadecuadas», opina Manuel Leal, representante de la asociación de patinetes de Burgos. 

«No es normal», incide, «la velocidad a la que circulan algunos vehículos por la ciudad». Y no solo se queja de la elevada marcha, sino también de «algunas maniobras temerarias que realizan». Una política más sancionadora, añade, sería eficaz para terminar con estas conductas. 

Más o menos en esta línea se sitúa el portavoz de Burgos con Bici, Pedro Mediavilla, quien también pone sobre el centro del debate el escaso control de la Policía Local a los vehículos, especialmente en los pasos de cebra. «Ya no se publican cifras de multas por estos incumplimientos, lo que nos da una pista de que quizás no están tan pendientes como deberían. Probablemente se reduciría la siniestralidad si multasen más a los vehículos y hubiese una mayor concienciación de los conductores». 

Tras dos atropellos mortales en menos de una semana el pasado mes de enero, la Policía Local extremó la vigilancia en pasos de peatones. Se llevó a cabo una campaña informativa en varios cruces y también una sancionadora contra los vehículos que no respetaban la prioridad de los viandantes. Hubo casi un centenar de denuncias en menos de mes. 

La concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, ha anunciado más campañas destinadas a terminar con los atropellos en la ciudad. Mientras, el cuerpo municipal ha seguido llevando a cabo más de un control específico en los pasos de cebra de la ciudad que consideran más conflictivos.