El mes de los rayos

L.M.
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La Agencia Estatal de Meteorología registró en Burgos 2.500 descargas eléctricas de las 13.000 que se notificaron enjulio en toda la región. Las temperaturas fueron 'muy cálidas' en el oeste, sur y este y 'cálidas'en la capital y el norte

Las tormentas veraniegas acompañadas de aparato eléctrico son muy habituales en la época estival. - Foto: Valdivielso

Hay personas a las que les fascinan las tormentas de verano. El cambio radical del cielo, pasando del azul al negro; las primeras gotas y los relámpagos y truenos, a los que suceden ese característico olor después de la lluvia hacen las delicias de muchos. Otros, quizás más miedosos, menos románticos o más preocupados por el campo o los incendios recelan de este fenómeno, tan típico del verano castellano.Sea como fuere, los burgaleses han sido los ciudadanos de toda la región que más descargas eléctricas pudieron observar durante el pasado mes de julio, 2.500 de las aproximadamente 13.000 que la Agencia Estatal de Meteorología notificó en la comunidad.

El conjunto de los 31 días del séptimo periodo de 2020 pasarán a la historia como ‘muy tormentosos’, aunque muy lejos del récord de descargas eléctricas durante este mes, que data de 2006 con nada más y nada menos que 40.000 en toda Castilla y León. Desde el 1944 la Aemet recopila información sobre el nivel de pluviosidad registrado, y los 16,2 litros por metro cuadrado que cayeron en la base del aeropuerto de Villafría representan la 43º marca más alta de siempre.«En verano tenemos el ‘problema’ de que puede que una tormenta descargue mucha cantidad de agua en un sitio concreto y eleve así la media del resto de la provincia», destaca Juan Pablo Álvarez, delegado de la Aemet enCastilla yLeón. Destaca el caso de Monterrubio de la Demanda, donde una tormenta veraniega el día 9 dejó 57 litros por metro cuadrado en tan solo una hora, para un total de 109 en todo el mes. En cuanto al balance en el conjunto de la comunidad autónoma el mes de julio fue en general ‘seco’ salvo localmente por chubascos muy irregulares y acompañados de las citadas tormentas veraniegas.

En cuanto a las temperaturas, julio se cerró con la primera de las olas de calor del verano. Durante este suceso, que tuvo lugar la penúltima semana, se logró batir el récord de máxima jamás alcanzada con 38 grados centígrados.Hasta la fecha el tope estaba fijado en los 37,8º registrados el día 29 de 1981. La media fue de 20,5 grados.

En general, la Aemet hace dos distinciones: en la zona de Aranda de Duero, la Ribera, Lerma, la Demanda y el extremo más cercano a Palencia, el oeste de la provincia, califica las temperaturas como ‘muy cálidas’, mientras que en la capital y el tercio norte (Bureba yMerindades) bajan a ‘cálidas’. En el conjunto de la comunidad el balance es ‘muy cálido’ o ‘extremadamente cálido’ con temperaturas medias que batieron o igualaron dos récords: el primero es la temperatura media de las máximas, con 32,2 grados que superaron la alcanzada en el año 2015.Además, se igualó el tope de la temperatura media con 23,5 grados centígrados, como la alcanzada en los años 2006 y 2015.

De cara al presente agosto, desde la delegación de Castilla y León de la Aemet pronostican que será un mes ‘cálido’ con escasas precipitaciones.