Maxam, en el punto de mira

GUILLERMO ARCE
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El fabricante de armas y explosivos señalado por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, es una de las mayores industrias de Burgos por volumen de exportaciones y por número de trabajadores

Maxam, en el punto de mira - Foto: DB

Maxam (anteriormente conocida como Unión Española de Explosivos o como Explosivos Río Tinto) encontró en el Páramo de Masa el lugar perfecto para fabricar y comercializar explosivos civiles y también armas de guerra. Allí, en el alto de este inmenso territorio de la provincia incluido en el municipio de Quintanilla Sobresierra, azotado estos días por gélidos vientos y nieves, opera desde hace muchos años un complejo industrial que ocupa más de 2.600 hectáreas y que ni se ve, ni se oye (salvo cuando se realizan pruebas controladas), ni tampoco se publicita con carteles o señales en la carretera de Santander. Pasaría totalmente desapercibido si no fuese por el tráfico de camiones con el sello de mercancía peligrosa, autobuses de trabajadores y vehículos de seguridad que genera cada jornada, y por las luces que le iluminan durante las noches y que delimitan la enorme extensión de sus instalaciones.

Maxam, propiedad del fondo de inversión estadounidense Rhône Capital, ubica en Burgos su principal centro de fabricación en España. La multinacional, que remonta sus orígenes a 1872 y a la figura fundadora de Alfred Nobel, el inventor de la dinamita, cuenta en la actualidad con más de 6.000 empleados en los cinco continentes, con 80 instalaciones industriales y operaciones comerciales en más de 50 países. 

Su actividad principal se centra en la fabricación y suministro de explosivos civiles, sistemas de iniciación y productos, servicios y soluciones relacionados para las voladoras en minas, canteras y grandes obras de infraestructuras. Asimismo, fabrica cartuchos y pólvora para la caza y actividades deportivas.

La actividad de las filiales de Expal (Explosivos Alaveses), presentes en Burgos, se centra en el ámbito militar y está relacionada con la investigación, diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de municiones, productos y sistemas de defensa, actividades que cuentan con la autorización del Gobierno y que son sometidas a un estricto control para su exportación a terceros países.

Cada día pasan por las instalaciones del Páramo de Masa en torno a 350 trabajadores (la mayoría de la capital) y hay momentos en que este número se ve ampliamente superado por necesidades puntuales de producción. De hecho, es una de las empresas con más plantilla y que más empleo genera y también se sitúa entre las grandes multinacionales exportadoras de la provincia.

'Top ten'. En los últimos años, la venta de armas se ha posicionado entre las diez mercancías más vendidas por Burgos, clasificación liderada en valor económico por los medicamentos de Glaxo, los cosméticos de L'Oréal, los neumáticos de Bridgestone y Michelin y la carne de Campofrío, entre otros. 

En 2021, Burgos exportó 139 millones de euros en armamento y munición fabricado en el Páramo, según recogen los datos de movimiento comercial recogidos por la Cámara de Comercio e Industria. Del discreto complejo salieron 5.647 toneladas de armas, municiones, sus partes y accesorios, productos y sistemas, destinados a las  Fuerzas Armadas Españolas y también a las de más de 60 países de todo el mundo.

En 2021 se exportó a 41 países, aunque Arabia Saudí fue el que firmó la factura más elevada:73,3 millones de euros. De hecho, este país árabe y sus vecinos, como los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Irak o Qatar, han desembolsado una parte importante de los 715 millones exportados en el periodo 2016-2021, materializados en cerca de 23.500 toneladas de bombas y munición de diferentes calibres. Las organizaciones pacifistas denuncian que buena parte de este material se ha destinado a la guerra del Yemen, que desangra desde hace años el cuerno de África.

También Marruecos es un buen cliente y Filipinas o Egipto, entre otros. El listado de países es amplio pero en ningún momento del mismo aparecen ni Rusia, ni su aliado Bielorrusia, ni tampoco Ucrania, contendientes de la última guerra desatada a las puertas de Europa.

Críticas. Hasta la fecha, Maxam había tenido que sortear las críticas de organizaciones pacifistas, que incluso han llegado a organizar marchas de protesta hasta las puertas del complejo industrial. Pero la acusación del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, de que mantiene negocios en Rusia realizada en su intervención esta semana en el Congreso de los Diputados ha superado polémicas anteriores.

Maxam no ha respondido a esta acusación. Es más, todos los medios de comunicación han llamado la atención sobre el error que impide visualizar la página web corporativa de la empresa y la de otras de sus filiales.

Sí habló el Gobierno, que destacó hoy la «responsabilidad» de las empresas españolas al cumplir «estrictamente» con el régimen de sanciones impuestas a Rusia, en referencia a las señaladas Porcelanosa, Secorbe y Maxam. 

En Rusia, según informó la agencia Europa Press, la empresa proporciona servicios y productos (explosivos civiles y sistemas de iniciación) de voladura a empresas mineras (como Polyus Gold, Rusal, Sverstal o Eurochem) y tiene canteras en todo el país.

Asimismo, opera en toda la Federación rusa, proporcionando productos a minas metálicas y no metálicas: hierro en el sur y centro de los Urales, depósitos de plomo y roca caliza en Siberia, oro y diamantes en Alrosa y Sovrudnik.

Expal, la división de defensa y seguridad, cuenta con una fábrica en Bielorrusia, país desde el que han accedido las tropas rusas a Ucrania.

Según el Sindicato Independiente Maxam, Rhone Capital tendría el 71% del capital; otro 17,5% estaría en manos de tres 'family offices' (Euro Park, Mecamur y Opera Holding) y de una serie de coinversores, y otro 11,5% lo ostentarían 162 empleados, directivos y exdirectivos de la empresa.