Tras la pista de las literatas

ALMUDENA SANZ
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La Asociación El legado de las mujeres rescata, reivindica y difunde a las escritoras de Castilla y León en un mapa, abierto a incorporaciones, que presenta el miércoles en la Biblioteca Pública

Tras la pista de las literatas

Son todas las que están, pero no están todas las que son... Todavía. 31 autoras burgalesas se aúpan al Mapa de las escritoras de Castilla y León, trazado por El legado de las mujeres, una asociación nacida para divulgar la contribución femenina a la literatura tras constatar que los manuales apenas reseñaban a Teresa de Jesús, Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán, con suerte, alguno mencionaba a Carmen Martín Gaite o Ana María Matute. Pero hasta ahí. Nada que ver con la abrumadora presencia masculina. «Parece que las mujeres en la historia solo hubiéramos estado fregando platos. La aportación ha sido mucho mayor, a pesar de las dificultades, de que se nos ha querido encerrar en casa, de no haber tenido acceso a la educación...», enfatiza Reyes Arenales, profesora de Lengua y Literatura arandina ya jubilada, que presentará este documento en la Biblioteca Pública el miércoles (19.30 h.) con Lola Fidalgo, otra de las implicadas en este proyecto, y la poeta María Jesús Jabato, una de las protagonistas. 

Y lo es porque cumple los dos criterios seguidos para incluir y ubicar a cada cual en su lugar: provincia de nacimiento, con independencia de que viva en otra y haya perdido el vínculo (por eso María Teresa León figura en La Rioja), y la publicación de al menos dos libros de creación literaria (no vale autoedición ni textos científicos), en las de los siglos XIX, XX y XXI. Para las de cualquier época anterior, sirve hasta solo un poema. 

«El único fin es recuperarlas y darlas a conocer en una web, www.legadodelasmujeres.es, de acceso abierto», zanja Arenales al tiempo que lamenta la dificultad encontrada en el caso de Castilla y León, a años luz del trabajo de recuperación ya realizado en otras comunidades, que ha facilitado el dibujo de la cartografía de toda España, meta final del proyecto, aún en proceso. 
La investigación está deparando sorpresas. Y lo que te rondaré. Este Mapa de las Escritoras de Castilla y León sigue abierto y las presentaciones buscan aflorar nuevos nombres. En Burgos faltan un porrón, como Soledad Medina, Tina Barriuso, Esther López Sobrado, Belén de la Parte, Mercedes Rodrigo, Elena Gallego, Montserrat Díaz Miguel, Lia Willems-Gómez, Susana Rico... De momento sí están:

Teresa de Cartagena (1420 / 1435-1478)

Considerada la primera escritora en lengua castellana, se la reivindica por su carácter pionero en el misticismo y el feminismo. Nació en Burgos en 1420 en el seno de una famosa familia de conversos, iniciada por el célebre Selemoh-Ha Leví o Pablo de Santa María. Defendió que las mujeres podían llegar a tener las mismas capacidades intelectuales que los hombres, un alegato sorprendente para el siglo XV. Sus dos obras más importantes, conservadas en el Monasterio de El Escorial, son Arboleda de los enfermos y Admiración de las obras de Dios.

Florencia Pinar (1470-1530)

Su nombre aflora como uno de los descubrimientos en este Mapa de escritoras de Castilla y León. Se sabe poco de su vida, pero sí se la sitúa con seguridad en las justas poéticas y sus versos aparecen en el llamado Cancionero General, fechado en el siglo XV, en el que las mujeres son contadas. Y no es una presencia testimonial, sino que consigue incluir hasta seis poemas que, además, sobresalen por su originalidad. El amor, no podía ser de otra manera si entre trovadores anda el juego, salta como el tema central en la obra de esta desconocida poeta.

Luisa de Padilla y Manrique (1590-1646)

Nació, creció y vivió entre los algodones de la nobleza y a esta dedica su obra. Los seis libros que jalonan su producción bibliográfica asombran en una mujer del siglo XVII y llama la atención que, pese a ese peso, no aparezca en los manuales de literatura. Su ópera prima, Nobleza virtuosa, se publicó en 1637. Luego llegaron Noble perfecto y segunda parte de la nobleza virtuosa, Lágrimas de la nobleza, Elogios de la verdad e invectiva contra la mentira, Excelencias de la castidad e Idea de nobles y sus desempeños en aforismos. Solo se conservan primeras ediciones.

Celia de Luengo (1877-1959)

El rosa adorna la biografía de esta escritora que se trasladó a Valencia, donde falleció ya octogenaria, tras casarse con su colega César Calvo y Roselló, que se convertiría en editor del diario Pueblo. Publicó relatos en Lecturas, revista literaria en sus primeros compases, y en su concurso de historietas los lectores premiaron uno de ellos, La última golondrina. Su primera novela, El marido de la escritora, salió en 1935 y una quincena más lo harían hasta 1959, la mayoría con temática romántica. Se cuela ahí el manual La mujer, alma del hogar: Economía Doméstica.

Mari Cruz Ebro (1885-1967)

Su autobiografía, Memorias de una burgalesa, que brinda un retrato personal de su infancia y primeros pasos como cronista y escritora y un friso de la sociedad de finales del XIX y primeros del XX, se erige como su título más mencionado. Pero antes ya había publicado su primera novela, La Niña, novela feminista, y empezado sus colaboraciones en Diario de Burgos. Con la sociedad más conservadora se topó tras sacar su segunda novela, Un pecadillo de amor. Fija de la tertulia literaria El Ciprés, su actividad literaria se completa con El capitán de Frías y El zagalillo de Urbión.

Concepción Sainz Amor (1897-1994)

Su labor pedagógica y su empeño por dotar de una identidad propia a la educación en el medio rural, que volcó en varias publicaciones, eclipsaron su trayectoria creativa, prolífica dentro de la literatura infantil y juvenil, con títulos como El pastorcillo de Gredos, Canta y Labora: lecturas para niñas, Cuentos y cosas: lecturas para los primeros años escolares. La represión franquista la apartó en varias ocasiones de la enseñanza, pero finalmente consiguió volver a las aulas en Barcelona, donde desarrolló toda su carrera, alcanzado allí un reconocimiento negado en su tierra natal.

Nora Muro (1941-2012)

Cuando se quitó el traje de jubilada se puso el de escritora y acudió al cajón donde había ido guardando sus libros para iniciar su retrato editorial. Tras el primero, Cuentos para todos (Celya, 2002), cogió carrerilla. Con el mismo sello sacó Memorias de un perro, Monly limón y Perro Monly, protagonizados por el mismo personaje, del que se alejó con el siguiente, El baúl del abuelo, relatos evocadores de una infancia feliz. Tras unos años entregada a su tesis, sobre Ferrer y Guardia, retomó la ficción con Mi vida sin ti. Mi juventud perdida y Esa loca llamada Tercera Edad.

Begoña Abad (1952)

Llegó al mundo en Villanasur Río de Oca, pero su vida está muy vinculada a Logroño. En la capital riojana pasó más de dos décadas como portera de un edificio, una época en la que empezó a publicar sus poemarios. Dio el salto editorial tarde, en 2006, con 54 años, con Begoña en ciernes. Tras este primer paso, su senda avanza imparable con más de una docena de libros en la calle (El lenguaje de las ballenas, El techo de los árboles, El hijo muerto, Diez años de sol y edad, Estoy poeta (o diferentes maneras de estar sobre la tierra)...). Actualmente, reside y escribe en Zaragoza.

María Jesús Jabato (1959)

Presume de ser la única poeta que ha levantado la estatuilla de los tres premios más importantes de poesía para niños del país. En 2008 ganó El Príncipe Preguntón, con Domingo de pipiripingo, en 2013 se hizo con el Ciudad de Orihuela, con Gorigori, y en 2014 consiguió el triplete con el Luna de Aire, por Campo Lilaila, un galardón en el que repitió en 2020, con Ramonerías. Estas cuatro publicaciones apenas son un puñado de su importante obra poética para niños, que se suma a la también destacada de estudios históricos relacionados con Burgos.

María Velasco (1984)

Su último libro aún huele a nuevo. Parte de lesiones (La Uña Rota, 2022) reúne cinco ficciones teatrales, todas estrenadas entre 2014 y 2021, y un apéndice con textos breves de esta dramaturga con una carrera consolidada, pendiente de las nominaciones definitivas en la próxima edición de los Premios Max, donde acumula cinco candidaturas con Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra. Sus obras irrumpen en el mercado editorial con distintos sellos privados e institucionales, pero donde mejor se acomodan sus textos es sobre los escenarios.

Casilda de Sant Ángelo (1559-1632)

Las escritoras de Castilla y León (1400-1800). Ensayo bibliográfico, tesis de Jesús Rebollo, reseña la producción de Casilda Mucharaz de Tolosa, que se consagra a la religión en Valladolid en 1579 junto a su hermana Catalina, un tema que domina en sus textos. Existen muy pocas referencias suyas.

Juana Rodríguez (1574-1650)

La tesis de Jesús Rebollo también recoge cuatro pinceladas de esta mujer que se casó a los 15 años con Matías Hortiz y tras enviudar entró en el Monasterio de Santa Clara, donde profesó en 1627 adoptando el nombre de Juana de Jesús María, con el que firma un puñado de cartas.

Ana de San Nicolás (1604-1673) y Beatriz de San Juan Evangelista (1605-1688)

Hermanas, la primera será monja en Valladolid, Salamanca y Viana y la segunda en el de la Encarnación de Valladolid y funda Ágreda y Gijón. Un manuscrito sobre Luisa de la Ascensión figura en ambos perfiles en la tesis de Rebollo.

Mariana del Espíritu Santo (1550-1620)

Nacida como Mariana Temiño, fue monja en Burgos, Salamanca y Palencia y fundó en Rioseco. La investigación de Rebollo localiza una carta para el jesuita Francisco de Salcedo sobre las virtudes del P. Baltasar Álvarez, otra sobre San Juan de la Cruz y tres más con distintos destinatarios.

Carmen Plaza Arnaiz

Su larga trayectoria literaria se extiende por el mundo de la poesía y el de los cuentos, tanto en castellano como en catalán, ya que de pequeña se trasladó a Barcelona. El último, Jugar a versos (Carena, 2020).Varios reconocimientos jalonan su biografía, como el Laureà Mela o el Carmen Conde.

Luz del Olmo (1949)

Ribereña de Pardilla, a los 15 años, tras la muerte de su padre, la familia se traslada a Madrid, donde desarrolla su vida como pedagoga y escritora. Haikus para niños. Los cuatro elementos se aúpa como su obra con más proyección, pero también destacan Juegos de luz y Pequeña música para la luna.

María Belén Fernández (1956)

La alumbraron en Miranda de Ebro, pero a los 16 años se mudó a Vitoria, donde se formó como profesora y pedagoga. Especializada en novela y cuentos, dice la Wikipedia que se identifica con los movimientos de realismo mágico y fantasía y en su obra destaca la trilogía de La Leyenda de Aranday.

Sara Tapia (1959)

Con su varita creativa ha tocado todos los palos. Abrazó la prosa con los libros de relatos Femenino Plural y Mujeres del Arco Iris, ambos editados por Dossoles; la literatura infantil se llamó Una aguja, un dedal y Dani el Dinosaurio en un mundo ideal (Celya); y se inició en la poesía con Mi querido alquimista.

Nora Ortiz Albear (1964)

La masonería marca la trayectoria de esta escritora y profesora a la que es difícil seguir su rastro burgalés. Sobre esa temática iba su primera novela, Hijas de la luz (2011), a la que siguió Doce años y un día (2015), lectura recomendada por el Centro Unesco de la Comunidad de Madrid.

María Montesinos (1968)

Del periodismo de viajes, salud y bienestar a la comunicación social y a la ficción. Tras varias autopublicaciones, en 2020 lanzó Un destino propio, la historia de una maestra que se traslada a un pueblo de la costa cántabra, con Ediciones B, que luego ha reeditado Una decisión inevitable y Una pasión escrita.

María Huidobro González (1968)

Huerga y Fierro es el sello de María Huidobro González, a la que también es difícil seguirle la huella en Burgos, provincia en la que le sitúa el mapa. Entre sus títulos aparecen Las leyendas de la niebla y otros cuentos, A la sombra de los cerezos en flor, La magia de las flores, Egipto mágico y mítico...

Consuelo Labrado

Su afición a la poesía arranca cuando era una niña, comienza a publicar sus textos literarios en las páginas de Diario de Burgos en 1993, después también lo hará en Burgos 7 Días y Andarríos. A su producción bibliográfica se aúpan Desnudando la palabra, Relatos al viento, Relatos bajo un yelmo...

Elena García Quevedo (1970)

El viaje de las mujeres (Luciérnaga) es el último volumen de esta ribereña de Nava de Roa. Ha desarrollado su perfil periodístico colaborando con varios medios desde distintas partes del mundo y entre sus libros destacan La voz de la Tierra y la mujer chamán y Voces sabias. El arte de vivir en tiempos de cambio.

Mari Cruz Sendino

Se asoma esta escritora al mapa de la provincia burgalesa, pero son pocas las referencias que existen sobre su carrera creativa. A la sombra de ayer (2004) y La puerta del rencor (2006) se encaraman a su producción bibliográfica. Ambos publicados con el sello Imagine Press Ediciones.

Esther Pardiñas

Se cumple un año de la salida de El despertar de los siglos (Suabia Ediciones), realizado con Fernando Ortega, el, hasta ahora, último título de una autora entregada al relato, en el que siempre aflora su ojo de historiadora. Debutó en la escena editorial con La mirada del tiempo (Gran Vía, 2009).

Noe Casado

Sin alharacas ni protagonismos, traza una prolífica línea en la escena de la novela romántica contemporánea. Planeta ampara sus últimos lanzamientos. El próximo, Negando la realidad, segundo volumen de la serie Pijas y divinas, saldrá en junio y se sumará a una veintena de títulos ya publicados.

Alicia Es. Martínez Juan (1973)

La narración oral marca el paso de esta poeta burgalesa de nacimiento, valenciana casi de adopción y afincada desde hace años en Toledo. Sus versos se hallan en Corazones de manzana (Cocó, 2011), En tiempos sin nombres/ Dans le temps sans noms (Lastura, 2014), en español y francés...

María de Román Arenas (1985)

Licenciada en Psicología por la Universidad de Oviedo, su inquietud por las personas, sobre todo quienes viven en riesgo de exclusión, la llevó a recorrer distintos países antes de volver a su ciudad. Aunque se asoma a este mapa, solo figura como autora del proyecto infantil y juvenil La araña Mariana.

Casilda González Forné (1986)

Su nombre brinca como una de las últimas incorporaciones a la nómina de escritoras burgalesas. Se mueve en el terreno de la fantasía y el terror. Hasta el momento, ha publicado tres novelas: La musa olvidada (2020), Diario de un cuervo (2019) y Rainbow Eyes. Lo que tu mirada esconde (2018).

Beatriz Sánchez Tajadura (1992)

La senda de esta autora precoz gira alrededor de la filosofía. A los 17 años presentó su primera novela, Cuarto de sol en el cielo (Gran Vía, 2010), protagonizada por dos niños cuyas aventuras propician el desarrollo de las teorías de los clásicos, que también se cuelan en el último, Filosofía sexy (2019).