René Payo

Del Ayer al Hoy

René Payo


Terradillos de Sedano

11/01/2022

No descubro nada nuevo si digo que nuestra provincia, con centenares de edificios religiosos históricos, es uno de los territorios que conserva uno de los mayores legados patrimoniales de nuestro país. Tampoco aporto mucho si recuerdo que estas tierras, sobre todo en su zona norte, se hallan sumidas en un grave y creciente problema de despoblación que, a pesar de estudios e iniciativas, aún no está en vías de solución.

Este proceso de abandono de los pueblos tiene notables consecuencias sobre nuestro Patrimonio que, como tantas veces hemos señalado, se encuentra en muchos casos en claro riesgo de desaparición, sin que tampoco seamos capaces de buscar salidas a este problema.

El Patrimonio puede ser un elemento de dinamización económica y, en algunos casos, de fijación de población, pero lamentablemente esto no es siempre posible. Por tanto, en muchas ocasiones, tendremos que plantearnos los retos de su salvaguarda y conservación no en clave de su rentabilidad económica sino en términos de la obligación histórica que tenemos de no malbaratar una herencia que forma parte de manera profunda de nuestra identidad.

Por ello, me alegra comprobar que algo se mueve cuando vemos a personas y colectivos que se implican de una manera apasionada y desinteresada en la recuperación de su legado cultural. Villamorón, Fuenteodra, Cardeñuela Ríopico o Quintanilla Riofresno son algunos de esos ejemplos de gentes maravillosas que se han 'arremangado' para poner en marcha iniciativas de rescate patrimonial con el único fin de cumplir con un sentimiento y lo que consideran una responsabilidad. Hoy le llega el turno a Terradillos de Sedano que trata de recuperar su espléndido retablo mayor de mediados del siglo XVI.

Recordemos que Burgos posee uno de los catálogos de retablos renacentistas más importantes de España y el de este lugar destaca por su calidad e interés iconográfico. Hemos de agradecer a todas esas mujeres y hombres que están implicándose decididamente en mantener nuestro arte. Gracias a ellas, el juicio de las generaciones que nos sucederán cuando analicen nuestro compromiso con los bienes del pasado quizá no será tan severo como nos merecemos.