Cáritas Diocesana de Burgos defendió hoy que la crisis de la covid-19 ha aumentado la brecha educativa de los niños y adolescentes en riesgo de exclusión, y aseguran que se ha "dejado de lado el derecho a la educación". En un comunicado emitido por la entidad diocesana con motivo de la celebración instaurada por Naciones Unidas el 20 de noviembre para conmemorar el Día de los Derechos de la Infancia, denunciaron la situación de vulnerabilidad de los menores en riesgo de exclusión. 

En el escrito aseguraron que la cifra de menores que atienden en los centros de Burgos, Miranda de Ebro, Aranda de Duero, Villarcayo y Lerma, son cerca de un millar, y además han sido "de los más perjudicados por una situación en la que han acatado las normas con un gran sentido de la responsabilidad".

En este sentido recordaron que durante los meses de confinamiento, desde marzo a junio, los centros de Cáritas permanecieron cerrados, y dirigieron su intervención al acompañamiento por teléfono o internet. Para la responsable del programa de Infancia y Adolescencia a nivel provincial, Mónica Martínez, los problemas más graves que han tenido que afrontar niños y adolescentes en riesgo de exclusión han sido "la falta de acceso a internet, la escasez de recursos tecnológicos, el desconocimiento y la falta de alfabetización digital de los menores y sus padres o las dificultades de los colegios para atender de forma más individualizada los casos más complejos". 

Ante esta situación, tal y como subrayaron desde Cáritas, continuaron poniendo en marcha el seguimiento telefónico con los menores y sus familias, la entrega de material (deberes escolares, portátiles, tablets) y la coordinación con los centros escolares. Además, la responsable quiso destacar la "labor imprescindible de los voluntarios, que han tratado de seguir con su labor a pesar de las dificultades, cumpliendo las medidas de seguridad prescritas pero sin olvidarse en ningún momento de los que más ayuda necesitan".

Desde el programa de Infancia, señalan que los menores "fueron los primeros en sufrir la interrupción en sus actividades, los últimos en poder salir a la calle, los primeros sospechosos de ser grandes contagiadores, y aquellos a los que se ha culpabilizado por no cumplir las normas". Para la responsable de Infancia de Cáritas, esta situación ha agravado "todavía más la brecha educativa y digital que ya afectaba a las familias vulnerables; el derecho al juego, con el cierre de parques y actividades de ocio; el derecho a la prevención, al no contemplar recursos en los presupuestos ni ayudas específicas; el derecho a la protección, con familias que han padecido falta de trabajo, de alimentos, de suministros y, en algunos casos, un incremento en la violencia familiar".

Por esta razón, la campaña 'Corazones por la infancia' a la que se ha sumado Cáritas Diocesana Burgos con motivo del Día de los Derechos de la Infancia, busca subrayar estas vulneraciones de derechos y sensibilizar a la población. Desde la entidad consideran que "la infancia es, no ya el futuro, sino el presente, y debe incidirse en el trabajo con este colectivo para conseguir su integración plena en la sociedad".