El bar La Madre acogerá el día 20 un concierto de la gira de presentación del disco de Aya, Doce canciones de amor y una sociedad desesperada. El compositor del grupo, Adri Faus, quien perteneció a La Raíz y a Nativa, reconoce que tiene muchas ganas de visitar Miranda. Según dice, «la acogida siempre ha sido muy buena» y cuando vio «la oportunidad de volver» no se lo pensó.

¿Qué tal se ha recibido el disco?

Siempre he tenido mis dudas de cómo iba a ser y está siendo muy positiva. Siempre me ha gustado recibir alguna crítica mala, pero no me ha venido ninguna. A quienes lo han escuchado les ha gustado. Puede que más o menos, pero estoy muy contento del resultado.

Tras estar en La Raíz y Nativa, ¿Aya es su proyecto más personal?

Con más gente participando, no se hace tan íntimo, tan personal a la hora de transmitir la idea. Con Aya es algo más interno que otros proyectos, porque la voz y la música salen solo de mí. Es más satisfactorio a nivel compositivo, dado que puedes retratar justo lo querías transmitir Han sido seis años de trabajo, pero he podido representarlo en un CD.

En ese tiempo ha demostrado su versatilidad en la composición...

Cada uno tiene un estilo, pero no me gusta enjaularme en uno concreto. En este caso, como es algo muy personal y escucho muchos estilos, me apetecía que los temas sean diferentes o intentar jugar con la música. No me quiero encasillar.

La gira se hará en semiacústico. ¿Por qué elige este sonido?

Tras la pandemia, tuve que pasar temas de Nativa a un formato acústico, más orgánico, con menos instrumentos. Coger las canciones y reducirlas a su estructura fue positivo, me dejó ver qué necesitaba el tema para funcionar, cuál era su esencia. Quería presentar este CD de forma más íntima, en aforos más reducidos, sin tarimas ni luces. Algún día llegará, pero ahora quería presentarlo de forma más cercana.

La Raíz siempre estará ahí. Volverá cuando valoremos estos proyectos, quién sabe»

Con La Raíz visitó Miranda. ¿Cómo fue la experiencia?

En Miranda la acogida de La Raíz siempre ha sido muy buena. Fue como estar en familia, recuerdo que la gente era muy cercana y siempre me ha gustado ir a esas tierras. Son de otra pasta. Cuando vi la oportunidad de volver dije que por supuesto.

¿Y qué espera esta vez con Aya?

Espero que el público intente disfrutarlo e intente entender el concepto del proyecto, su mensaje, el trabajo... Que intente valorarlo. Pero eso no se puede describir si no vienen a verlo.

¿Echa en falta algún sitio en la gira?

Me falta, porque es difícil empezar algo nuevo y conlleva riesgos, Galicia, Asturias y el sur. Lo he dejado un poco abandonado, pero no descarto ir. De hecho, tengo que ir sí o sí.

¿Qué planes tiene para el grupo?

Tras la gira, el siguiente paso será en festivales que ya me han confirmado y otros que faltan por confirmar. Pasaremos a un formato más eléctrico. A partir de ahí, intentaremos generar una gira bastante potente.

Después de semejante carrera, ¿queda algo por probar o aprender?

Mucho. Soy alguien a quien le gusta aprender. Aun habiendo pasado una gira mundial con La Raíz, pienso que me queda mucho por aprender y disfrutar de ser músico. Mientras nos permitan serlo, me queda mucho.

Por obligación debo preguntarle... ¿Cuándo nos volveremos a ver?

Esa frase nos acompañará siempre. Más quisiera yo que volviese La Raíz a hacer conciertos, pero hay que dar una oportunidad a los proyectos como Nativa, Valira, Ciudad Jara o Aya. No hay que aferrarse, porque La Raíz está ahí y siempre va a estarlo. Volverá cuando hayamos valorado estos proyectos, quién sabe.