La afición azulona ambiciona mucho más

ÁLVAR ORTEGA
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El nivel demostrado por el Hereda San Pablo Burgos hasta ahora no ha alcanzado las expectativas generadas entre los abonados azulones, que exigen más tras ocho jornadas en LEB Oro

Muchos abonados del Hereda San Pablo hicieron cola en el Coliseum para hacerse con la nueva camiseta azulona. - Foto: Valdivielso

La afición del Hereda San Pablo no está contenta con el inicio de campaña de su equipo en la LEB Oro. Después de un año decepcionante que muchos intentan olvidar para centrarse en el futuro, la realidad es que la adaptación a la nueva categoría está siendo más complicada de lo pensado en un inicio y, aferrados a la calma o presos de la impaciencia, el sentir es general: hay que dar un paso adelante y empezar a demostrar que la plantilla tiene el nivel prometido, el suficiente para mirar a la cara a los otros candidatos al ascenso a la máxima categoría, como el Morabanc Andorra o el Movistar Estudiantes.

Cientos de personas hicieron cola ayer en el Coliseum para recoger la camiseta que el club les prometió al apostar por el Abono Fan Solidario. Una iniciativa que todos alabaron y que contrasta con la faceta deportiva, con la que una ínfima parte de los abonados están satisfechos. Nadie duda de que los jugadores que conforman el proyecto son los adecuados. Muchas de esas voces que apoyan cada fin de semana en el Coliseum son las mismas que reconocen la calidad de Rasid Mahalbasic o de Gonzalo Corbalán y, por ello, intentan encontrar la causa del problema ante un rendimiento que, aunque ha permitido ganar ya en cinco ocasiones, no termina de convencer.

Hay momentos en que el equipo no convence y otros en los que son capaces de jugar fenomenal. La plantilla es buena, pero debe mejorar»

«Lo mejor están siendo los resultados», se escuchaba en las inmediaciones del feudo burgalés en boca de un aficionado que señalaba al banquillo como una posible causa. Buena parte de la afición señala a Paco Olmos como el principal responsable de un pobre rendimiento que en visitas como la de Andorra o la de Valladolid solo alcanza para evitar que la derrota se transforme en paliza. El entrenador valenciano es el nombre más repetido por una afición que exige una notable evolución en el juego del equipo, tanto en el costado defensivo como en el ofensivo, para poder cumplir o, al menos acercarse, al objetivo del ascenso marcado inicialmente.

Pocos abonados dudan de que, por presupuesto y ambición, verán a su equipo disputando el play off por el ascenso a la máxima categoría. En su mayoría, ceden su esperanza a esta vía al considerar el ascenso directo una utopía y las posiciones de la zona media-baja de la clasificación una pesadilla tan horrible que es imposible que pueda tornarse realidad.

Creo que al play off vamos a entrar, pero las sensaciones hasta el momento no son nada buenas»

Eso sí, también hubo quien pidió «un poco de memoria» acordándose del difícil inicio en la LEB Oro vivido en la temporada 2016/17, cuando de los diez primeros duelos solo se ganaron la mitad y se acabó ascendiendo. En la comparación, el actual balance de cinco victorias y tres derrotas debe invitar más a la esperanza que a la desilusión y eso fue remarcado por los abonados más veteranos. Una experiencia que a muchos les permite mantener la paciencia, en especial, acordándose de un Luka Rupnik con el que atisban el futuro con más optimismo.

Tenemos jugadores de nivel ACB... el problema lo veo en el banquillo»