Para los no muy futboleros esto del Mundial se nos ha hecho un poquitín largo desde que Marruecos nos mandó para casa casi a las primeras de cambio. No estando tu equipo todo se ha reducido a ponerte del lado de uno u otro en estas dos últimas semanas como último recurso para soportar dignamente el tsunami mediático. Adiós al fútbol y hola a las elecciones municipales. Es el momento de ir tomando posiciones porque el tiempo pasa volando y antes de que te des cuenta te han levantado la silla y te quedas como en Los lunes al sol. Algunos partidos todavía andan liados con el asunto de la cabeza de lista. Otros lo tienen claro pero tienen que hacer el esfuerzo por convencer a los votantes que el alcalde que ha gobernado bajo sus siglas ha sido el mejor y que la ciudad ha prosperado a un ritmo de vértigo y todas esas cosas. Para otros la cuestión radica en conseguir que su partido se mantenga vivo hasta el momento de presentar las listas, lo que no parece tarea fácil en algunos casos.

Si por la razón que sea no has conseguido que tu mandato se haya significado por haber impulsado algún proyecto de los llamados emblemáticos, que haya calado en la ciudadanía, entonces tienes un problema. Rápidamente tienes que buscar alternativas que tengan suficiente potencia como para que tu conciudadano te identifique como el mejor y te vote. Hay muchas clases de sucedáneos aunque su eficacia no siempre es la óptima. Lo de permitir el aparcamiento irregular puede ser útil para conseguir votos entre los vecinos afectados, aunque un poco peligroso si llegara a ocurrir algún problema de seguridad. Otra alternativa está en los bonos al consumo, tan agradecidos por los vecinos agraciados en la carrera de su obtención y por los sectores económicos directamente favorecidos. Pero hay que resolver el problema de los que no llegan a tiempo para obtener el bono o los negocios excluidos. Y otra alternativa está en apuntarse a la moda del brillibrilli, puesta en marcha por ese alcalde gallego que sí pasará a la historia por el sencillo método de comprar bombillas led a saco, y cuanto más estridentes, mejor. Es relativamente fácil y agradecido. La pena es que las elecciones son en primavera y los ciudadanos acostumbramos a tener la memoria frágil. En cualquier caso, ahora lo que toca es desearles a todos mucha suerte en la lotería y una ¡Feliz Navidad!