Fernando González Urbaneja

Cartas desde 44 leguas

Fernando González Urbaneja


La energía de fusión

20/12/2022

Última columna del año; un año para olvidar por lo vivido y sentido; año de carestía, de guerra y de basura en la política. Poco ejemplar. Pero hay noticias que dejan huella, que abren horizontes inesperados. Me refiere a lo conocido esta semana pasada sobre la viabilidad de la energía de fusión. No soy físico, ni capaz de entender los entresijos de la física, pero desde que me dedico al periodismo -hace medio siglo-, más en concreto al económico, escucho que el futuro de la energía está en la fusión nuclear, pero que se trata de un futuro utópico, imaginable solo a lo Verne, pero poco probable por inviable. La energía de fusión aparecía como algo así a imitar al Sol, replicarle; casi divino, casi imposible. 

La teoría es conocida, los físicos lo explican, pero no parecían capaces de demostrarlo y luego aplicarlo. Demostrar es el primer motor de la ciencia aplicada. Resulta que investigadores ubicados en California aportan pruebas de que la fusión es posible, que consiguen crear energía limpia y barata y sostenible. La demostración no quiere decir que se pueda empezar a generar esa energía para su utilización inmediata, para eso hacen falta más avances, más pruebas, más inversión. Pero es posible. Entre una década y cinco dice el inventor en jefe desde California; lo verán mis hijas, añade. 

Me parece que es el hecho más relevante del año; el que puede dejar huella definitiva para un futuro más próspero. Como el pasado año la noticia relevante fueron las vacunas contra la covid mediante procedimientos novedosos y prometedoras para combatir otras enfermedades, incluido el cáncer. 

La personalidad más influyente del siglo XX -señaló Economist hace unos años- fue Alexander Fleming, descubridor de la penicilina. Sin descartar al agrónomo y genetista Norman Borlaug, menos conocido, aunque recibió el nobel de la Paz, protagonista de la llamada revolución verde, promotor de las semillas híbridas que multiplicaron la productividad agraria. 

Personas de ciencia, de investigación, bendecidos por la serendipia pero dedicados al estudio con la ambición de llegar más lejos, de acercarse a la utopía.