Las casas y palacios que abrazaron la Catedral

C.M.
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Las excavaciones arqueológicas previas a la remodelación de Las Llanas sacan a la luz calles, muros de edificaciones o pozos del antiguo barrio, así como restos de cerámica y monedas

Casi un centenar de personas participó este viernes en la primera de las jornadas para explicar las prospecciones y el proyecto de actuación. - Foto: Luis López Araico

La primitiva ciudad de Burgos nació en torno al recinto amurallado del Castillo para luego irse extendiendo laderas abajo hacia la parte más llana en el siglo XI con la construcción de iglesias y edificios importantes, entre ellos la primera catedral, que ocupaba parte de los palacios reales y la llegada de las primeras peregrinaciones jacobeas, lo que implicó la modificación de la trama urbana de lo que hoy conocemos como Las Llanas, la de Adentro y la de Afuera.

Por la zona también discurrían dos esguevas que la rodeaban: la Algebina (en la parte de arriba y que desapareció en el siglo XV) y Trascorrales (cercana a la catedral,) de modo que el agua también condicionó su desarrollo. Poco a poco este espacio se fue vertebrando en tres etapas como explicó ayer la arqueóloga Fabiola Monzón, que ha dirigido los trabajos de excavación previos a la remodelación de este emblemático entorno para su modernización, eliminación de barreras y dotación de nuevos usos en base al proyecto ganador del concurso capitaneado por AU Arquitectos y AJO Taller de Arquitectura.

La primera etapa discurrió desde la Edad Media hasta mediados del siglo XV en la que hay construcciones aisladas y edificaciones auxiliares e incluso huertas, de ahí Huerto del Rey. Además de los palacios donados por el rey Alfonso VI para la construcción de la catedral existieron otros palacios entre la Llana y la calle San Llorente, vial actualmente integrado en la calle Fernán González. La edificación de la catedral Alfonsina en 1081, favoreció el urbanismo de la zona y en torno a ella se generaron los barrios de Santiago de la Fuente y Santa María y, algo más alejado, el barrio de San Llorente. «Ello favoreció el comercio», aseguró Monzón.

El arquitecto Félix Escribano (d.) muestra una reproducción antigua de la zona. El arquitecto Félix Escribano (d.) muestra una reproducción antigua de la zona. - Foto: Luis López AraicoUna vez que empieza a construirse la catedral, las propiedades reales pasaron a manos del Cabildo y se construyen nuevas viviendas y dependencias monacales, incluyendo el Palacio Episcopal. «A partir de 1221 desaparecen las casas de alrededor cuando se construye el templo gótico».

La zona cobró un gran esplendor y se creó el mercado de la Plana dedicado a productos cerealistas y que mantuvo esa función durante siglos. A mediados del XIV se fundó la Universidad de Mercaderes, que luego se transformaría en el Consulado del Mar, que impulsó el comercio internacional y que en un principio estuvo situada en un inmueble de la Llana.

Una segunda etapa se sitúa en torno al siglo XVI con el inicio de la construcción de la Capilla de los Condestables y la puerta de Pellejería y se eliminan más casas e, incluso un cementerio. La tercera y última etapa se inicia en el siglo XIX con la renovación de las edificaciones manteniendo sus muros y se empedraron las calles. De modo, que el entramado urbano puede verse tras las excavaciones y que se tratará de recrear con diferentes pavimentos en la rehabilitación.

Las excavaciones han sacado a la luz pozos, canalizaciones de piedra o cerámica, restos de cerámica y monedas que deberán datarse.