Viajar al horror para empatizar, aprender y no repetir

R.E. MAESTRO
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Con gran asombro, los alumnos del instituto Vela Zanetti de Aranda se 'trasladan' a Auschwitz para conocer de cerca lo que significó. Una gran exposición en Oña recuerda la negra e imborrable mancha del holocausto y los campos de concentración

Viajar al horror para empatizar y aprender, y no repetir - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Montarse en un vagón de tren como en el que llegaron a viajar ochenta personas juntas y sentir, durante solo unos minutos y en una mínima parte, el agobio y las condiciones a las que se sometió a aquellos que se trasladaba a los centros de exterminio. Las deportaciones a Auschwitz y vivir esas sensaciones en primera persona consiguieron remover al medio centenar de estudiantes del instituto Vela Zanetti de Aranda de Duero que inauguraron ayer en el monasterio de San Salvador de Oña esta actividad educativa. Nada tenía que ver de leerlo sobre el papel a descubrir una realidad con la que llegaron a empatizar mucho más.

«Llevamos un año y medio entero sin salir del instituto, es la primera excursión que se hace y consideramos que el holocausto significó un antes y un después en el tema de los valores», explica Elena Vidal, profesora de Valores Éticos del instituto. Acudió con los alumnos de 3º y 4º de la ESO y en dos semanas regresará con otro grupo de Bachillerato.  Los alumnos, de entre 14 y 15 años, no dudaron en aprovechar la salida para aprender con los talleres y quedar asombrados con cuestiones como los engaños que se llevaban a cabo o la forma de clasificar sus objetos, para lo que calcularon el valor de todo lo que tenían y que perderían, como móviles, zapatillas o brackets. Una actividad que les permitió trasladarse a esa época y entenderlo «de una manera más fácil».

(El reportaje completo, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)