La rebaja de impuestos se ha convertido en los últimos meses en un arma arrojadiza entre los grupos políticos tanto a nivel nacional o regional como local. Nadie se escapa a su pago si se quiere disfrutar de unos servicios públicos de calidad, que en el ámbito local pasan, por ejemplo, por una buena red de autobuses urbanos, tener una ciudad limpia, seguridad ciudadana o una red de abastecimiento o saneamiento de agua. Todo ello cuesta -y mucho- y hay que pagarlo.
Sin embargo, el Ayuntamiento dispone de bonificaciones o exenciones para que el pago de los tributos sea más llevadero en función de los ingresos en el caso de las familias o de la creación de empleo o rendimientos negativos en el caso de las empresas. El IBI y el IAE sumaron 5.127.200 de los 9.838.000 euros que el Ayuntamiento 'perdonó' en exenciones o rebajas de tributos en 2021, los que supone 1.046.800 más que en 2020, según el informe realizado por el Órgano de Gestión Tributaria.
El Impuesto de Bienes Inmuebles de Naturaleza Urbana se lleva la palma con 2.884.198 euros pero también es el que más ingresos reporta al Ayuntamiento, 51,5 millones. En este caso, la administración local está obligada a aplicar una serie de beneficios fiscales por ley a entidades como la iglesia o determinadas ONG y otras son rebajas que se recogen en la ordenanza fiscal que regula el tributo.
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