Es un hombre del Renacimiento y, como tal, no solo investiga con éxito, escribe libros didácticos, divulga la ciencia y pelea como un titán contra las pseudociencias sino que, además, cada cuatro semanas es parte de la apuesta que Diario de Burgos hace por las opiniones de calidad. El astrobiólogo del CSIC Carlos Briones (1969) tiene un espacio en estas páginas que dio en llamar Entre ciencias y letras, pues su conocimiento alcanza todas las artes -no en vano fue premio Hiperión de poesía cuando era apenas un veinteañero-, en el que el domingo, 12, no escribió un artículo cualquiera sino que hizo una propuesta detalladísima que, a decir de la clase política y científica, la ciudad no puede dejar pasar.
La idea es, en sus palabras, establecer en el Espoloncillo -el Paseo Andrés Manjón es su nombre oficial- una línea del tiempo que conecte el origen de la tierra y el presente a través de los principales hitos de la geología, la química y la biología, con elementos didácticos como un panel introductorio, un esquema temporal y una larga placa en el suelo marcando el espacio y el tiempo con relieves y textos alusivos a cada uno de los momentos.
«Sería un paso más para aumentar la relevancia de Burgos como ciudad de la evolución tras Atapuerca y el Complejo de la Evolución, que la han modernizado y la han colocado en la frontera de la ciencia actual. Esta línea del tiempo conectaría la gran historia o el tiempo profundo, que es como llamamos a esta mirada hacia el origen de nuestro planeta, con la actualidad», indica el investigador, impresionado por la gran acogida que ha tenido su propuesta.
Un paseo por el tiempoPara la directora del Centro Nacional de Investigación en Evolución Humana (Cenieh) María Martinón, se trata de una idea «brillante y factible», y pone en valor la contribución singular que Burgos, a través de su patrimonio, su investigación y su divulgación «hace al conocimiento de nuestros orígenes»: «Sería un recurso atractivo y didáctico, perenne, democrático porque todo el mundo podría disfrutarlo, cultural y saludable porque incita y promueve el paseo en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad».
El alcalde, Daniel de la Rosa, también ha estado atento a esta apuesta de Briones que ve «con buenos ojos y agradecimiento». No obstante, cree que es más oportuno «aguardar a la nueva Corporación para lograr un mayor consenso en un proyecto relevante en un espacio muy significativo». Es, cree, «una iniciativa muy oportuna para una ciudad que toma la evolución como un eje transversal de la promoción cultural y turística». La candidata a la Alcaldía por el PP, Cristina Ayala asegura que la iniciativa tiene «muy buena pinta» y que se la imagina de forma sencilla y adaptada a la calle «para que no hubiese que hacer una estructura permanente; también habría que estudiar con qué material se podría hacer para que fuera duradera y su conservación no exigiese un gran esfuerzo económico».
Desde la Fundación Atapuerca, los vicepresidentes y codirectores de los yacimientos han mostrado mucho entusiasmo. José María Bermúdez de Castro alaba la línea del tiempo de Briones y la incorpora un elemento: «Se pueden poner rocas de la provincia de Burgos que correspondan a las diferentes edades de la Tierra, a modo de hitos. Alguna vez habíamos pensado hacer eso en el MEH pero El Espoloncillo es más largo y podría ser un magnífico recorrido lineal por el tiempo y por la tierra burgalesa y creo que la asociación de geólogos de Burgos podría colaborar». Para Juan Luis Arsuaga es una iniciativa «excelente» y un proyecto «muy atractivo». Finalmente, Eudald Carbonell cree que es una gran idea «que daría una dinámica muy especial y distinta a la que tiene ahora, sería como un gran recorrido desde la Vía Láctea, desde los orígenes de la luz hasta los orígenes de la vida inteligente en el Museo de la Evolución. Revertiría a nivel social y científico en configurar Burgos la gran capitalidad de la evolución humana».
Finalmente, Manuel Pérez Mateos, rector de la UBU, alma máter de Briones, afirma que esa institución apoya el proyecto «sin paliativos» y se ofrece a colaborar en el mismo «activamente»: «Potenciaría Burgos como ciudad universitaria y de la ciencia y daría más sentido y vitalidad a un paseo entrañable para los burgaleses».