Hace justo un año, el título de esta columna fue al revés; pero ahora, inmersos en la vorágine mediática de las consecuencias de las revisiones de las penas a los autores de maltrato a la mujer -tras la aplicación de la ley del 'solo sí es sí'-, se han despertado los demonios del pasado en el 'caso Arandina', que tan cerca nos toca. Anteriormente ya hubo sendas y muy dispares sentencias condenatorias para los jóvenes exfutbolistas tanto de la Audiencia Provincial como -después- del TSJ de CyL; y, en tiempo actual, del Tribunal Supremo. La historia ha sido de sobra contada, así como las acciones de las partes y los numerosos y doctos comentarios al respecto. Así que -mi breve y sentida- aportación al caso es solo doméstica: la de certificar que -una y otra vez, porque se anuncian más recursos-, Aranda y los arandinos seguimos sintiéndonos tristes y desosegados por nuestro 'insano protagonismo' en tan desgraciado suceso. Y, sine die…

Cosas como la RPT, aprobada recientemente en pleno municipal tras años de elaboración, que -decían- iba a ser la panacea para resolver los problemas de personal, en los mentideros de la calle se asegura que es 'solo papel'… mientras no se acompañe de dotación dineraria suficiente. Si no es así, la Relación de Puestos de Trabajo quedaría en ¡papel mojado! (O.K. a que unos 140 interinos/veteranos pasarían a fijos con el proceso de estabilización de empleo temporal).

Afirman fuentes reconocidas que la plantilla de especialistas del Hospital de los Santos Reyes casi acaba de completarse tras la toma de posesión de los nuevos médicos. Justo el momento idóneo de que se ordene el caos de citas, aligerando las esperas.

PD.-Ante el inicio de esta semana cuasi festiva por los estratégicos puentes, dicen que aquí-con algo de retraso, porque sí, o por planear cómo se puede transitar entre las trincheras de obras- enseguida entraremos en lo pre y navideño a tope. ¡Venga, ya…!