El conflicto judicial que mantienen el grupo extremeño Ceber Tauro y la empresa Tauroemoción (adjudicataria de la plaza de toros de Burgos) aún no ha encarado su capítulo final. Los primeros, que han ganado la batalla de la adjudicación de Plasencia tras lograr que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ordenara la disolución y liquidación por insolvencia de la segunda, anuncian que no van a permitir que ni Tauroemoción ni las administraciones con las que mantiene contratos «se burlen de una decisión judicial clara que dice que la reactivación de esa sociedad no tiene validez».

Y en ese 'paquete' incluyen al Ayuntamiento de Burgos,  al que envían un aviso: «No vamos a consentir que este asunto (la prórroga del contrato de la feria de San Pedro) siga adelante cuando es evidente que no podían aprobarla. Desde la asociación de empresarios taurinos extremeños actuaremos contra quien corresponda de forma legal porque esto es un cachondeo. Se están poniendo la soga al cuello». Alberto Hornos, administrador de Ceber Tauro, anuncia que pondrán los hechos en conocimiento del Juzgado porque «Tauroemoción no solo no cumple lo que se le ha ordenado sino que se lo consienten los mismos ayuntamientos donde está presente».

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)