Los rostros del espíritu sanjuanero

Ó.C.
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Los representantes de toda la ciudad vivirán hoy su momento en el Bombazo. Amaya Ruiz y Diego García reconocen nerviosismo e ilusión en una edición que nunca olvidarán

Los Sanjuaneros junto al pregonero, Esteban Espinosa (izq.). - Foto: Valdivielso

Amaya Ruiz y Diego García saben que todas las miradas estarán puestas en ellos esta tarde. Los Sanjuaneros 2022 vivirán el momento álgido de su edición, en un Bombazo especial tras dos años sin que Miranda explote con el sonido del bombo. Ambos reconocen que este instante representa la guinda del pastel, por la emoción, la expectación y en definitiva la nube de sensaciones con las que tendrán que lidiar. Ninguno de ellos descarta las lágrimas, pero sí que dejan claro que inician las fiestas con la idea de «hacerlo bien, para representar lo mejor posible a todos los sanjuaneros y también para pasárnoslo bomba».

Los dos se conocían antes de su proclamación. «De las carrozas, porque los dos estamos en Arcoíris» indican, al tiempo que admiten que no tener que romper el hielo hace más fácil todo lo que tendrán que vivir. El Bombazo representa el momento de más ilusión, porque «es un puesto privilegiado que solo puede dar uno», afirma Diego. Los nervios cada vez resuenan con más fuerza en sus cabezas y Amaya espera que «no se nos caiga la maza». Una de las maldiciones en las que suelen pensar los sanjuaneros.

Para el momento de animar a la plaza de España, sobre todo Diego, reconoce que duda de las palabras que gritará desde la balconada, donde verá este acto por primera vez. En ese momento, espera una plaza llena, «aunque sí que tenía muchas dudas antes de ver el pregón», acepta.La incógnita se mantiene con el tiempo, ya que hay previsión de que esta tarde pueda llover en el Bombazo, pero Amaya lo tiene claro: «Con lluvia o sin lluvia lo vamos a dar todo».

Los Sanjuaneros vivieron un ensayo en el colegio de Anduva, donde simularon el Bombazo. Los Sanjuaneros vivieron un ensayo en el colegio de Anduva, donde simularon el Bombazo. - Foto: A.B.

Al margen de este acto, Diego apunta «ganas por ir a La Salve que no he estado nunca», porque no suele ser de los eventos más habituales para los blusas. En cualquier caso, fuera de la programación, el Sanjuanero remarca «que lo verdaderamente importante es encontrarte con la gente».

Los dos querían representar a todos los mirandeses en las fiestas. De hecho, para ninguno esta era la primera vez que participaban en la elección. En esta ocasión, no tuvieron competencia, porque Diego era el único candidato y Amaya venció sin mucho debate porque la otra chica dio un paso al lado. Ambos asumen que el hecho de ser los únicos que llegaron a la gala muestra que este año el sentimiento sanjuanero «ha ido de menos a más». Lo han comprobado en esta semana desde que salieron escogidos, cuando han sentido un aumento en el termómetro sanjuanero. «Hasta en el supermercado me han dado la enhorabuena», resume entre risas Amaya.

En este caso, al ser los dos sanjuaneros más veteranos de lo habitual, ambos tienen hijos. «El mío me ha dicho que me va a tirar corchos desde abajo y la pequeña quiere subir conmigo al balcón, pero la subiré por la mañana», detalla Amaya, mientras que en el caso de Diego «son más pequeños, pero a la de casi seis años la pregunto si está contenta y me dice que si lo estoy yo, que ya vale».

La agenda de actos hará que tengan menos tiempo para disfrutar de sus familias y peñas, aunque también contarán con paréntesis para desconectar. «Vamos a tener momentos. Hay tiempo para todo, para estar con la Cofradía y también para disfrutar con nuestras cuadrillas, como el domingo en la comida o el lunes por la tarde», puntualiza Amaya, que avanza que incluso espera contar con tiempo para salir algo por la noche. «No está reñida una cosa con la otra», sentencia la Sanjuanera, aunque Diego bromea: «Para mí resulta más difícil».

Las fiestas. Sobre esta edición, esperan una celebración por todo lo alto. «Al final de la semana ya ha entrado el gusanillo y los nervios han ido en aumento», precisa Diego, y Amaya repara «en los dos años que hemos estado sin celebrar San Juan, y la gente tiene ganas, aunque sea un año raro». La expectación creció tras los actos «del pasado fin de semana que estuvo muy bien», agradecen los Sanjuaneros, que manifiestan que a partir de ahí «todo ha sido San Juan, San Juan y San Juan», a la espera de que empiece lo fuerte cuando hagan sonar el bombo.

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