El techo de cristal de los 1.000 millones de euros de inversión real del Gobierno en Castilla y León sigue sin romperse. Las cuentas nacionales más expansivas en una década no han impedido que la Comunidad se quede por debajo de esta cifra psicológica en los Presupuestos Generales del Estado para 2023, que adjudican a la región 955,8 millones de euros para obras de los casi 13.500 millones que Moncloa desplegará por España en un año de marcado carácter electoral. Una cifra que supone un descenso del 4,2 por ciento respecto al ejercicio anterior, y que sitúa a la Comunidad como la única junto a Murcia en la que el Ejecutivo central pliega velas inversoras. El resto de autonomías, en mayor o menor medida, han visto incrementadas sus partidas. En cualquier caso, Castilla y León es la sexta que más fondos recibe, por detrás de Cataluña, Andalucía, de Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia.

El fin de la vertebración ferroviaria y de la Alta Velocidad en Castilla y León han convertido en un recuerdo muy lejano los entre 1.500 y 2.500 millones de inversión que, anualmente, movilizaba el Estado en la Comunidad. Sin embargo, con las líneas AVE cruzando la fronteras norte y noroeste, es el Ministerio de Transporte, y en concreto la Dirección General de Carreteras, los que comandan el esfuerzo inversor del Gobierno en la autonomía, con un montante previsto de 381,59 millones de euros, un 2,3 por ciento más que en 2022. El otro ministerio con grandes inversiones es el de Transición Ecológica y Reto Demográfico, con 64,18 millones de euros, y una importante subida de fondos del 31,4 por ciento.

En el cómputo global de los ministerios, lo cierto es que las cuantías repuntan hasta los 512,7 millones, casi diez puntos más que en 2022. Por el contrario, las empresas públicas –donde se ubican Adif, Adif Alta Velocidad, Renfe, Acuaes o Enaire, entre otras–  tiene asignado en Castilla y León 435,94 millones de euros de inversión, que reflejan una reducción de los fondos del 16,6%. La cuantía que invertirá la Seguridad Social en la Comunidad el año que viene ascenderá a 3,7 millones, que también reflejan una reducción en ocho décimas respecto al año en curso.

La Comunidad se queda fuera del repunte inversor del Gobierno - Foto: FS ICAL

Un reparto de inversiones que no ha llegado por igual a todas las provincias de Castilla y León. Cuatro ganan y cinco pierden. Este sería grosso modo el resumen que deja a León, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora como las zonas donde menguan las partidas estatales, mientras que los números verdes aparecen en Ávila, Burgos, Palencia y Salamanca. Son precisamente estas dos últimas las que más verán aumentar sus partidas respecto a las de este año un 25,6 y un 20,3%, respectivamente, con 135 y 64,3 millones de euros. En cualquier caso, la mayor parte de la tarta se la llevarán Valladolid, León, Palencia y Burgos, con el 18,3%, 16,3%, 15,8% y 14,1% de los 955,8 millones territorializados.

La A-11 es la estrella

Pasando ya al apartado por departamentos, la Dirección General de Carreteras –el mayor inversor de la Comunidad– vuelve a poner sus ojos, y sus millones, en la eterna Autovía del Duero (A-11), que recibirá 102,6 millones, de un total de 162,3 millones, a los que se suman otros 204,9 millones para actuaciones de conservación y seguridad vial. En conjunto, las partidas para la red viaria alcanzarán los 367,28 millones, una cifra ligeramente superior a la de este ejercicio. El otro puntal inversor, las líneas ferroviarias, se situarán en los 298,69 millones el próximo año en Castilla y León, con la vista puesta en dar un impulso a la construcción de la línea de Alta Velocidad entre Palencia y Santander, que absorberá 92,8 millones. Por último, el Fondo de Compensación Interterritorial destina 17,2 millones, una merma del 1,63%.