Las arcas del Estado recibieron más de 8,6 millones de euros durante el año 2021 por las multas impuestas en las carreteras burgalesas a los infractores de las normas de tráfico. El dato supone un 6,39% que el mismo concepto correspondiente al ejercicio 2019, el último año antes de la pandemia, respecto al cual también se ha producido un incremento en el número de expedientes tramitados.

Esta información figura en una respuesta escrita facilitada por el Gobierno a los senadores del PP por la provincia de Burgos Javier Lacalle y Cristina Ayala, que solicitaron información del pasado ejercicio en comparación con el anterior a la crisis del coronavirus.

En concreto, y siempre según figura en la contestación oficial del Ejecutivo, el importe obtenido asciende exactamente a 8.645.227,41 euros. Dos años antes la cantidad había sido de 8.125748,68. Hablamos por tanto de casi 520.000 euros más, y todo ello derivado de una subida en las multas.

La comparativa partía de 95.033 expedientes tramitados y el último dato habla de 112.694. Dividiendo el importe entre el número de casos da como resultado una infracción media de 76,7 euros que habrá rascado el bolsillo de aquellos que infringen la ley.

Este crecimiento concuerda con un dato que conocimos hace solo unas semanas, y es que los radares de la provincia también han tenido más trabajo que antes de la pandemia. En el año 2021, último ejercicio del que hay datos, entre los puntos de medición fijos y los móviles multaron a 84.759 vehículos que superaron la velocidad máxima permitida, una cifra récord. En 2019 habían sido 69.588, un 20% menos, y en 2020 el dato se quedó en 58.000. El incremento en las sanciones, sin embargo, no se ha traducido en una reducción de la siniestralidad, y en concreto de la mortalidad, porque llevamos más fallecidos que en todo el ejercicio anterior y el año va camino de finalizar con datos más que preocupantes, como ya han reconocido en varias ocasiones desde la Jefatura Provincial de Tráfico.

También subió en la ciudad. La tendencia al alza de los incumplimientos de la normativa de circulación no es tampoco algo exclusivo de las carreteras. También en el ámbito urbano se está observando que las infracciones se disparan, entre otros factores por el endurecimiento de las limitaciones por ejemplo en las nuevas calles con velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.

En Burgos capital, la liquidación del presupuesto del año 2021 reflejó un importe de multas por vulnerar la ordenanza de circulación con un valor de 4.621.452 euros, lo que supone 1,9 millones más que las 2,7 millones del ejercicio anterior. Porcentualmente representa un 68% de incremento y es, además, la cantidad más alta de la última década. Hay que remontarse a 2011 para encontrar una barrera ligeramente superior de 4,7 millones.