Los colegios de Miranda llevan aproximadamente un mes con la calefacción puesta, pero solo durante cuatro horas al día. Esta fue «la orden» dada por el concejal de Obras y Servicios, AdriánSan Emeterio, y así lo denuncian en los centros consultados por este medio, tras la revelación que hizo ayer Izquierda Unida. En definitiva, los docentes reconocen que han tenido «frío» en algunos momentos, y el portavoz de IU llegó a criticar que «hay aulas que han estado con menores a 11 y 12 grados». Ante el aluvión de acusaciones, el edil responsable defendió su actuación, pero confesó que conocía «las preguntas, que no quejas», de algunos directores. Entre las cuestiones que le han llegado, citó unas fotos de una conserje, precisamente con un termómetro a 11 grados, aunque admitió que no comprobó si era cierto para adoptar medidas.
En los colegios ayer notaron la ampliación del horario y el concejal lo confirmó, aunque negó que tomara la decisión por la comparecencia pública del partido de la oposición. «Lo pedimos a la empresa a las 8.15 de la mañana», aclaró el edil. Este mes «nos hemos tenido que buscar la vida» para mantener unas mínimas condiciones, replican los gestores educativos, ya que desde el Ayuntamiento no recibían respuesta. Además, añaden que este año activaron las calderas «tarde», y ante esta queja que también se comunicó, «tampoco hicieran nada», sentencian. A pesar de todo, en algún colegio sí que admiten que una vez transmitidas al Consistorio ciertas peticiones, los responsables ampliaron las cuatro horas, pero ni mucho menos daban así respuesta a todas sus demandas.
Para el responsable de Obras y Servicios no se trata de «ninguna restricción», afirmó. La calefacción ha estado activa «hasta las once y media de la mañana, pero según avanzan las fechas hacemos una segunda actuación y lo prolongamos hasta las dos de la tarde. Y en el apagado lo hacemos igual», ahondó San Emeterio, para remarcar que justo ayer ampliaron ese horario «porque hemos tenido un otoño suave y hemos pensado que hasta estas fechas no era necesaria esa prolongación», matizó.
En cualquier caso, el responsable municipal evitó formular cualquier autocrítica, pese a que sabía de la inquietud existente en los colegios (...).
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