Las voces de la tradición

A.B.
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El Festival de la Canción del Blusa reúne a cuatro ochotes en «una noche mágica» que «no se puede perder»

Las voces de la tradición

El Teatro Apolo acoge muchos eventos a lo largo del año, pero ninguno tiene unos rasgos tan distintivos como el Festival de la Canción del Blusa. En esta edición, el acto congregó a cuatro ochotes y, si bien la cifra fue más baja que en otras ocasiones, la pasión no diminuyó. «Es una noche muy mágica, tiene un espíritu especial», resume Elena González, de La Jarana. Según dice, los nervios no disminuyen por muchas temporadas que pasen. «Es entrar en el mes de mayo y lo tenemos en mente todas», reconoce.

El éxito de este Festival se conoce de antemano, puesto que ya se han celebrado más de cincuenta ediciones y cada año el nivel es muy alto. Precisamente, ese elemento tradicional empuja a los protagonistas a presentarse siempre. Por ejemplo, desde el ochote Amigos por San Juan del Monte, Manuel Ruiz opina que «no se puede perder un evento así». «Lo retomamos con cariño y con gusto», explica. Ahora bien, al mismo tiempo sostiene que «la Cofradía lo necesitaba porque con menos de cuatro sería imposible hacerlo» y «sería una pena» que se dejara de lado.

Pese a la férrea defensa que hacen los cantantes mirandeses de este evento, lo cierto es que el acto ha debido lidiar con un factor inesperado que ha torpedeado su continuidad. «Al final, la pandemia ha hecho que disminuyan el número de participantes», resume Jorge Osolloa, del ochote Studio 46. «Lo que pasa que nosotros teníamos ganas», aclara. Como ellos, sus contrincantes llevan meses preparándose para una cita difícil de explicar cuando se observa desde fuera.

El amor por los ochotes tiende a heredarse generación tras generación. «Mi padre participó en el primer festival de la Canción del Blusa, es más por tradición y por espíritu sanjuanero», comenta desde La Jarana González. Esta mirandesa llegó a coincidir sobre el escenario con su progenitor, aunque cada uno de ellos estuviera incluido en el apartado femenino y masculino del certamen. De forma similar, Gloria Peña tomó las riendas del grupo Arcoíris después de su madre. «Anteriormente fui directora del ochote Orbe», recuerda. No obstante, Peña mira al presente y valora que está rodeada de «personas extraordinarias».

La directora de Arcoíris cree que «lo de ganar es secundario». Peña explica que acumula «meses pasándolo bien» y ha conocido a «una gente con la que está encantada». Algo parecido sienten en Studio 46, puesto que, según Osolloa, en sus filas puede haber «gente con más o menos talento, pero lo que une es la amistad». Eso sí, la diversión no reduce la dedicación y, en particular, este ochote busca siempre sorprender. «Somos un grupo de teatro, por eso nos gusta hacer algo  distinto», comenta. «Este año hemos hecho una presentación de vídeo y nuestras canciones son un poco diferentes», clarifica Osolloa.

Así las cosas, la densa preparación de varios meses dio ayer sus frutos con actuaciones increíbles. Por algo, según dice Manuel Ruiz, «fuera de la ciudad» este evento cuenta con un reconocimiento superlativo. Y aunque, efectivamente, el resultado no era lo que más importaba, ganó el festival el ochote Amigos por San Juan, que sumó así su decimoséptimo título. La Jarana se clasificó en segundo lugar seguido por Arco Iris y Studio 46 Teatro, en una gala en la que también actuó Noites de Rock e Meigas.

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