Escuela infantil en la naturaleza con animales en Carcedo

I.P.
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El centro de terapia asistida con caballos Mil Encinas pone en marcha en Carcedo un nuevo proyecto de pedagogía activa para niños de 2 a 6 años. La actividad sigue el calendario escolar, de septiembre a junio

Sara Burgos, de pie, y Eva Sánchez, en el aula educativa. - Foto: Luis López Araico

Campo, animales y niños. Son los tres ejes sobre los que gira el nuevo proyecto educativo del centro de terapia asistida con animales Mil Encinas, con una andadura ya de 6 años en Carcedo de Burgos. Ubicado en un paraje repleto de vegetación y aprovechando su modelo en origen basado en los estímulos con caballos, pero también con perros y gatos, su responsable Sara Burgos pone en marcha una iniciativa pionera en la provincia, una escuela en la naturaleza con animales para niños entre los 2 y los 6 años, la que cubre la etapa de educación infantil no obligatoria. Reconoce que la escuela nace de su propia necesidad, tras ser madre, por ofrecer otra opción educativa a sus hijos -tiene una niña de 22 meses y a finales de junio nacerá un niño-. Para acompañarla en esta nueva andadura cuenta con Eva Sánchez, con 15 años de experiencia en este tipo de metodologías.

Se trata de un proyecto educativo basado en las denominadas pedagogías activas, un sistema de aprendizaje fundamentado en las propias vivencias, que sigue varias corrientes y recursos que ya desarrollan otras escuelas o centros similares, como el método Montessori que trabaja todas las áreas de desarrollo sensorial de los niños con materiales naturales y manipulativos, pero que en este caso se completan con otros que se focalizan y potencia con contenidos como la comunicación no violenta, el acompañamiento y desarrollo emocional de los niños y niñas o el desarrollo del lenguaje a través de las rimas o los cuentos -muy vinculados con los ritmos de la naturaleza-, siguiendo la metodología Waldorf, y con especial atención al desarrollo artístico, trabajando el método pedagógico de la educación creadora de Arno Stern. Todo ello, además, complementado en este caso con el apoyo de los animales, los caballos fundamentales, y la naturaleza privilegiada que rodea el centro Mil Encinas, y que le diferencia de otros centros infantiles y le da un valor añadido.

La escuela en la naturaleza ha requerido la adaptación de las instalaciones del centro, con la creación de un aula en la que se centralizará buena parte de la actividad educativa, aunque no la única, porque el campo y la naturaleza son el otro pilar de la educación activa y en ella pasarán muchas horas los niños. 

El centro Mil Encinas se ubica en plena naturaleza, con cuadras en el interior y una zona exterior también para los caballos.El centro Mil Encinas se ubica en plena naturaleza, con cuadras en el interior y una zona exterior también para los caballos. - Foto: Luis López Araico

La escuela contará con un máximo de 12 alumnos, con dos acompañantes, y la actividad será de lunes a viernes, en horario de 9 a 14 horas. Eva Sánchez es una de la acompañante y quien ha diseñado el modelo educativo a impartir en Mil Encinas, tras su larga experiencia en este tipo de proyectos de pedagogía activa. Es filóloga, educadora infantil y guía del método Montessori y el de pedagogía Waldorf, además de acompañante de mujeres en sus procesos de embarazos y asesora de lactancia. Eva llega de Granada para sacar adelante este proyecto, con su hija de 3 año y medio, y fijará su residencia bien en la capital, en Carcedo o en algún otro pueblo del entorno. 

Por su parte, Sara Burgos -que estudió Educación Especial y es psicopedagoga- llevará la parte de dirección y gestión, además de seguir con su trabajo actual en el centro de terapia asistida. «Ambas tenemos la misma formación, que es crianza respetuosa y autoregulada», añade Sara.

Un aula multidisciplinar. Aunque aún quedan unos meses para que se ponga en marcha la escuela en la naturaleza, el aula educativa está ya dotada con todos los elementos y materiales que Eva necesita para su trabajo. Está dividida en varias zonas, la de trabajo, con las mesas y materiales necesarios, incluido el rincón de arte; la zona de psicomotricidad; otra destinada a la lectura y una zona de cocina, con horno, microondas, vajilla... Ésta será importante dentro del sistema pedagógico porque se dedica un tiempo a cocinar y a descubrir los alimentos naturales producidos en el entorno, de Kilómetro 0. Los niños tendrán, además, a media mañana un desayuno, donde los zumos, los cereales y la fruta serán los productos imprescindibles. Entre los próximos proyectos está el de montar el propio huerto de la escuela.

En cuanto a la relación de los niños con los animales, Sara y Eva explican que se trata de involucrarlos en sus cuidados, darlos de comer, limpiarlos, estar presente en aspectos tales como el trabajo que hace con ellos el veterinario o el herrador, sin dejar de lado el acompañamiento en los paseos por la naturaleza que estarán presentes todos los días ‘lectivos’, e inculcarlos la parte de responsabilidad que conlleva esa relación. Todas esas enseñanzas serán extrapolables luego al trabajo en el aula. Además, por las tardes están previstas actividades relacionadas con la infancia y la crianza. Un día a la semana se dedicarán dos horas a diversos temas, juegos en la naturaleza, pedagogía y tutorías con las familias o jornada de acompañamiento a la maternidad. Y es que para Sara y Eva, la maternidad es un aspecto muy importante que quieren trabajar. 

Para dar a conocer este singular proyecto se han organizado unas jornadas de puertas abierta, que comienzan esta tarde a las 17:00 horas y continúan mañana, a las 11:00 horas, y por la tarde, a las 17.00 horas. El coste de la escuela es de 330 euros al mes. Además, han creado un perfil en las redes sociales asociado a la cuenta de Mil Encinas, y ahora ya solo esperan que llegue septiembre para comenzar a andar.