Ignacio Camarero

Dibujos de Ciudad

Ignacio Camarero


Bailables y digestivos...

24/10/2021

Ni zoriteño, ni peñero. Soy cortesino. Más exactamente, cortesino de Burgos. Y con toda probabilidad, el único residente de toda la ciudad que aún habita una calle sin urbanizar. Otra cosa es que consienta que nadie, de fuera, por supuesto, se meta con mi barrio o con mis vecinos. Esos ni me los toquen. Y, menos aún, se les ocurra molestar a los perros o los caballos, tan cortesinos como yo, puede que más, que, ocasionalmente, y a escondidas del servicio municipal de recogida de basuras, depositan sus aromas orgánicos en mi puerta. Ni tienen ninguna culpa, todavía, pobres animales de compañía, ni en este país, aún, hace falta que hagan bulto en la cifra del padrón. Nuestro número de residentes, además, es mayor de lo que pueda parecer. No hace falta mejorar la matrícula con galgos y podencos. En el asentamiento extramuros del monasterio cartujo, a la sombra de San Bruno, cabemos tres mil. Puede que alguno más. Exactamente el doble de almas de las que entran en el municipio albaceteño de Peñas de San Pedro. Y también dos veces los arriacenses que, ahora, ocupan Zorita de los Canes. Las tres poblaciones que, hoy, modestamente, y desde estas letras, propongo consideren su hermanamiento. 
Y es que, hace dos meses, acullá, Peñas de San Pedro y su alcalde del partido popular, el señor Aguilar, don Antonio; la semana pasada, allá, Zorita de los Canes y su munícipe socialista, el señor Nadador, don José Andrés; y estos días, aquí, barrios de Burgos y el señor de la Rosa, don Daniel: han compartido noticia. Les sobra el dinero a los tres. No sé si también la imaginación. Ya pueden fundirse en setas lo que tenía previsto gastar en roles. Así que, Fuenteovejuna, han decidido repercutirlo al vecindario. El concepto del gasto, eso sí, no tiene discusión. El que manda, manda. El ayuntamiento peñero pagará la luz a los vecinos con lo que no se gaste en fiestas. Veinticuatro mil euros de vellón. El zoriteño, también, treinta y cinco mil. Y el equipo de gobierno burgalés, hará lo propio, pero, exactamente al revés. Ciento noventa mil euros lapidaremos en las verbenas de nuestros barrios. Obrero, español, y olé. El señor de la Rosa, don Daniel, paga bailables y digestivos, ea, con lo que no gasta en luz…