Las cancelaciones navideñas enfrían el año del turismo rural

H.J.
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La asociación Turalbur habla de una buena segunda mitad del ejercicio pero de un «muy mal primer semestre» que impedirá llegar a las cifras prepandémicas en el balance global

Los establecimientos vivieron un verano y un otoño muy optimistas hasta que pasó el puente de diciembre. - Foto: Alberto Rodrigo

Los establecimientos de turismo rural estaban bastante contentos con el año. Después de un primer semestre «muy malo», a partir del verano remontaron el vuelo y estaban teniendo cifras de ocupación muy cercanas a la normalidad. Sin embargo, las últimas cancelaciones navideñas y las que se temen para los próximos días con motivo de la sexta ola de covid no hace sino enfriar su balance de 2021.

Domingo Hernando, vicepresidente de la Asociación de Turismo Rural de la Provincia de Burgos (Turalbur), ofrece como dato global para el conjunto del territorio burgalés una ocupación media del 30% en el conjunto de los últimos 12 meses. Sin embargo, advierte que ese cálculo parte de datos recabados hasta la semana pasada y subraya que en los últimos días las previsiones han acabado completamente descabalgadas debido a la preocupación creciente por los nuevos envites del coronavirus. 

«Estamos sufriendo cancelaciones en cascada tanto para este fin de semana de Nochebuena como para el próximo de Nochevieja», explica Hernando. «Algunos son familias que tienen contagios y otros de gente que por prevención se está echando atrás». El porcentaje, por tanto, seguramente descenderá aunque no tanto como para llegar al 20% de 2020, que fue un año desastroso para el turismo rural de la provincia. El año de la pandemia se convirtió en una pesadilla por ese cóctel explosivo que formaron la situación sanitaria, el miedo al virus y las restricciones a la movilidad. "Solo pudimos trabajar con normalidad los meses de julio y agosto", recuerda el vicepresidente de Turalbur. En cuanto apareció la segunda ola de contagios arreciaron las cancelaciones para todo el otoño-invierno y tras las navidades no hubo recuperación.

«Perdimos la Semana Santa y los puentes del 23 de abril y del mes de mayo. Solo se normalizaron las reservas a partir de la segunda quincena de junio», relata Hernando. Al menos desde entonces «el panorama general ha sido bueno, con ritmos parecidos a los de 2018 y 2019», cuando no había pandemia que trastocase constantemente los planes. Incluso vivieron un muy buen puente de diciembre, el de la Constitución y la Inmaculada, estropeado en el último momento por «unas predicciones meteorológicas alarmistas que hicieron marcharse a la gente antes de tiempo», lamenta refiriéndose a unos avisos por nieve que se quedaron en una advertencia fallida. 

El año, por tanto, presentaba una tendencia optimista hasta que en los últimos días todo ha cambiado, en una línea muy parecida a la que también están sufriendo los restaurantes con las celebraciones de amigos o empresas y los hoteles con el turismo navideño.

Escasa implicación. Turalbur agrupa actualmente a alrededor de 35 establecimientos de la provincia. Es una cifra pequeña teniendo en cuenta que existen alrededor de 400 casas rurales y el colectivo siempre ha lamentado que no sean capaces de conseguir más adeptos. «Nos gustaría llegar al menos a representar al 25%. Para animar a la gente hace unos meses hicimos una campaña en la que regalábamos la cuota anual, solo se pagaba la de ingreso, y con eso conseguimos un par de altas pero algo casi simbólico», relata con pesar el vicepresidente.