91.500 hogares y empresas, en vilo por la crisis del gas

G. ARCE
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La provincia es, si cabe, más dependiente de los problemas geopolíticos que tensionan el Magreb, pues dobla el consumo per capita de España por su fortaleza industrial y por la alta demanda de calefacción

91.500 casas y empresas, en vilo por la crisis del gas - Foto: Luis López Araico

El lunes 1 de noviembre, las calefacciones se activaron con normalidad para calentar los hogares burgaleses, lo mismo que para activar las cocinas o los calentadores para tomar una ducha. Aunque era día festivo, el gas natural no faltó en la industria, ni en el comercio, la hostelería o los edificios públicos, ni tampoco en las centrales de ciclo combinado, responsables de una parte de la electricidad que consumimos. «No hay indicios objetivos de una situación de falta de suministro gasista en los próximos meses», adelantaba a principios de semana Enagás, gestor del sistema gasista español, que confirma que empezamos noviembre con un almacenamiento equivalente a 40 días de consumo.

Pese a los mensajes tranquilizadores, la energía de la que se abastecen cerca de 91.500 viviendas y empresas de la provincia es más escasa desde principios de mes y, a buen seguro, será más costosa en breve (de hecho, ya se paga cuatro veces más que a principios de año). El cierre el lunes del gasoducto Magreb-Europa supone, proporcionalmente, el estrangulamiento de hasta un 20% de lo que consumen casas y empresas, porcentaje que deberá ser suplido, sobre todo, con el flete de más barcos metaneros. Esta decisión política de nuestros vecinos también deja un mensaje claro: la enorme dependencia energética deEspaña y de nuestra acomodada vida diaria ante los vaivenes de la geopolítica norteafricana.

El conflicto larvado del Sahara, motivo último de las tensiones vecinales entre Argelia y Marruecos y de la clausura del tubo que inyectaba 6.000 millones de metros cúbicos de gas al año a través del estrecho de Gibraltar, tendrá, si cabe, mayor incidencia en Burgos.

Aunque sus dimensiones poblacionales puedan indicar lo contrario, la provincia dobla el consumo medio per capita de España y se encuentra entre las doce provincias españolas que más gas natural necesitan al año para impulsar su economía y su bienestar.

En concreto, según los últimos datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) correspondientes al año 2020, Burgos consumió 6,5 millones de megavatios/hora (MW/hora) de gas natural, el 83% de los cuales fue absorbido por la industria, mientras que el consumo doméstico y comercial ascendió a 1,1 millones de MW/hora.

No son los registros más altos de la última década: en 2009 la industria local llegó a demandar 6,5 millones de MW/hora y en 2018 se alcanzaron los 1,2 millones de MW/hora en los hogares. El dato doméstico es relevante, pues el gas natural es una energía clave en la provincia que más calefacción demanda de España por una razón evidente: los rigores de su clima.

Ocupamos el puesto nacional número doce en consumo industrial, liderado por Castellón y su sector cerámico (19,3 millones de MW/hora), y el mismo lugar en consumo doméstico y comercial, ranking que encabeza la gran capital, Madrid, con 17,5 millones.

 

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