Los graves episodios de crecidas ocurridos el 29 de noviembre del pasado año en la cuenca alta del Ebro, especialmente por los desbordamientos de los ríos Engaña, Nela y Jerea causaron graves daños, pero para el Gobierno central pasaron desapercibidos, al no haberse activado la situación de emergencia por la Delegación Territorial de la Junta. Hace unas semanas, el Ministerio de Política Territorial hacía públicas las ayudas concedidas a numerosos ayuntamientos de la comarca, pero la convocatoria de las mismas publicada en abril ya dejaba bien claro que en Castilla y León solo se subvencionaba la reparación de los daños fruto de la segunda crecida, la del 10 de diciembre, a diferencia de otras comunidades, como Cantabria o el País Vasco, donde si se podían acoger a ayudas para paliar los de noviembre. Esto ha conllevado que el Ayuntamiento de la Merindad de Valdeporres haya visto como se le denegaba la ayuda solicitada para reconstruir el puente de San Martín de Porres, destrozado por el río Engaña en noviembre del 21.
Los daños causados por las riadas fueron públicos y notorios, pero desde la Subdelegación del Gobierno han explicado tanto al alcalde de la Merindad de Valdepo- rres, Belisario Peña como a DB que "la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil indica que para que se concedan las ayudas de Protección Civil debe de activarse un plan de emergencia previo, que puede ser local o regional, pero en Merindades no se activó ninguno en noviembre de 2021". A ello añaden que para la redacción de la convocatoria de ayudas se solicitó a la Junta información sobre las situaciones de emergencia activadas y aunque si se declaró la situación 1 de la fase de emergencia del Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en Castilla y León (Inuncyl), del 9 al 13 de diciembre, no se hizo lo propio diez días antes, a pesar de las graves riadas ocurridas y los daños causados.
El delegado de la Junta, Roberto Saiz, señala que "no en todos los episodios se declara el Inuncyl" y si en noviembre no se hizo fue "porque no tendríamos los elementos de juicio suficientes para que se me propusiera". No obstante, Saiz, sin querer polemizar con la Subdelegación del Gobierno, insiste en que la "continuidad de los daños" de ambas riadas.
Injusticia. En la misma línea se expresa el alcalde de Valdeporres, quien considera el hundimiento del puente de San Martín "una de las catástrofes más graves de las riadas del pasado año". Peña hace hincapié en que el puente de San Martín de Porres colapsó en noviembre, pero terminó de hundirse en la riada de diciembre, por lo cual considera que también podría acogerse a las ayudas para los daños de diciembre. El regidor lamenta que "el haber redactado un informe con lealtad sin ocultar que en noviembre ya se vino abajo parte de la estructura" haya tenido esta respuesta negativa, que califica de una "gran injusticia".
Así pues, por un lado lamenta que la Delegación Territorial de la Junta no activase el plan de emergencia en noviembre y que el Ministerio no contemple que en diciembre el puente continuó deteriorándose. Su coste es de 280.000 euros y es muy necesario para los vecinos que ahora tienen que atravesar las vías del Ferrocarril de La Robla para entrar en la localidad por un acceso mucho peor. Ante esta situación Belisario Peña estudia la posibilidad de acudir al Juzgado de lo Contencioso Administrativo y recurrir la denegación de la ayuda.