Fue el segundo laboratorio de droga clandestina desmantelado en la provincia de Burgos. Así al menos calificó la Policía Nacional las estancias de un domicilio de la calle San Juan en la que los agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial encontraron cinco kilos de anfetamina para convertir en 'speed', una sustancia química asociada al ocio nocturno. Lo que más sorprendió a los investigadores, reconocieron tras dar por solventada la operación, fue que detrás de este negocio ilegal estuviese un hombre de 67 años, M.A.R.N., al que fue difícil de 'cazar' porque solía desplazarse en bicicleta y de madrugada para no ser descubierto. Ahora, el Ministerio Fiscal pide para él siete años y medio de prisión. 

Según el relato de la acusación pública, durante las investigaciones pertinentes de los agentes de la Policía Nacional tuvieron constancia de que en el interior de su propio domicilio vendía droga. Tras las primeras pesquisas y seguimientos, pudieron confirmar sus sospechas tras dar el alto a un hombre al que, presuntamente, había vendido una bolsita que, tras su posterior análisis, resultó ser 5,16 gramos de anfetamina, con una pureza del 19,5% y un valor en el mercado ilícito de 148,19 euros. 

El Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos acordó la entrada y registro de su domicilio, donde intervinieron varios envoltorios con sustancia blanca pastosa, que resultó ser anfetamina, con un peso total de unos cinco kilos que en el mercado ilícito supondrían un valor de 140.631 euros. También hallaron dos botes de cristal con cogollos de sustancia herbácea seca que, una vez analizada, se concretó que era cannabis con una riqueza del 17,66%, varios trozos de hachís y un total de 7.185 euros en efectivo que según la Fiscalía es procedente de la «venta ilícita de sustancias». 

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