Juan Manuel Pérez

ENTRE HOY Y MAÑANA

Juan Manuel Pérez

Periodista


Otro puente que tampoco

05/12/2020

Parece que fue ayer cuando nos resignábamos a perder el fin de semana de tres días del Pilar para poder tener alguna esperanza de cara al de Todos los Santos. Ese tampoco pudo ser, pero aún así nos abrazamos a la ilusión del largo puente de diciembre, ese anticipo navideño que nos regala la Constitución y la Inmaculada. No hace falta que les cuente lo que nos espera para los próximos días en Castilla y León, donde hemos recuperado el viejuno himno no oficial de nuestra tierra, aquel que tarareaba lo de las nueve provincias, una Comunidad...Porque a esos nos ha llevado la evolución de la pandemia, a dividir la región en función de los contagios. Los peor parados, en Burgos; sobre todo en la capital, donde los vecinos no podremos ni siquiera disfrutar del solaz de una terraza mientras tiritamos con un vino o una caña. Al menos el Gobierno de Mañueco e Igea se ha compadecido del resto de la provincia, y sobre todo de arandinos y mirandeses, que se sentían agraviados por los pésimos datos de una pandemia desbocada en la capital. Mientras ayuntamientos como el de León empiezan a desinfectar zonas de juegos infantiles y deportivas para reabrir la semana que viene, en la cuna del Cid solo será posible hacer planes en una iglesia, siempre que no se supere el 50 por ciento de su aforo.

El dichoso virus agranda la herida de la España asimétrica y crea asimismo disfunciones dentro de los 17 reinos de taifas. Entre unos y otros podremos viajar en navidades, siempre y cuando lo hagamos para visitar a la familia más cercana, nada de excesos como hacer turismo o quedar con amiguetes. Y como mucho diez, que son más que los seis que pretendía la consejera Verónica Casado. Y a la una y media de la madrugada recogidos. Ni cotillones, ni fiestas improvisadas más allá del entorno de los seres allegados. La triste Navidad del 2020 se acerca. Será, eso sí, más familiar que nunca. Y dará paso a un enero con cuestas que quizás allanen las vacunas, pero eso, aún, continúa siendo el cuento de la lechera.